Editorial

14/mayo/2024

 

Y es como dicen en torno a hacer valer el estado de derecho en unas y hacer como que no pasa nada en otras, y no han sido pocas que en esas se le ha cuestionado a organismos pro derechos humanos que, en ocasiones ayudan al victimario.

 

En las redes sociales, toca una cascada de cuestionamientos en contra de las fuerzas armas, por corruptas, por desapariciones forzadas, por cómplices del crimen organizado, y todos los demás altos riesgos de que ellos participen en el combate a la inseguridad en las calles del país.

 

Y no podía faltar: “es lo contrario a abrazos no balazos; esta 4T como dice una cosa hace otra” y ante la corrupción policial –esa es la verdad- en las entidades del país, lo de más confiar, esperando confiados en que no haya mandos contaminados, son las fuerzas armadas y la Guardia Nacional.

 

Por un lado no sé entiende cómo le han dado derechos humanos –coco del presidente y su imagen inmaculada- a los que no respetan la vida de nadie, ni de menores de edad: llegan y abren fuego, caiga quien caiga.

 

Pero en el colmo de la moralina, se hace valer la ley a favor de ellos, cuando son encarcelados, solo falta que pidan aire acondicionado en las celdas, para mediar las temperaturas de estos días de canícula.

 

Y es que somos un país civilizado, respetuosos de sus leyes, en donde las organizaciones no gubernamentales, sobre todo de derechos humanos, tienen voz y son escuchadas, aunque no den un mendrugo de pan para aquellos que viven en extrema pobreza, pero aprovechan todo tema relacionado con violación al derecho humano, para explotar el oportunismo.

 

El crimen organizado asesina a miles por mes, y en ese inter, sea por disputa entre ellos, por el control de rutas y plazas, el diez por ciento de los que caen son civiles.

 

Aun con eso siguen los que se oponen encarecidamente a que los militares anden en las calles; pues señalan que se trata de un golpe blando, en alusión a un golpe de estado: ni idea tienen lo que es eso.

 

Tienes que ser parte de los que han perdido seres queridos por la actividad brutal del crimen organizado, para estar de acuerdo de que es con todo en contra ese flagelo social que va para un cuarto de siglo desafiando a la ley.

 

Porque el crimen organizado crece exponencial con el PAN como gobierno.

 

¿O no?

 

El punto es que esas organizaciones de derechos humanos están vigilantes de las acciones de seguridad que realicen los militares y la guardia nacional, y se entienden que no hagan lo mismo para con los carteles, pues de saberse expiados por ellos, esos sicarios no les respetarían sus derechos humanos.