René Delios
Dentro del magisterio hay asuntos que arreglar; deslizar lo evidente no mejora la educación, pues es una asignatura pendiente en México, pues salvo un estudio un tanto aventurero por parte de la secretaría estatal de educación o la SEP, no se puede saber porque resulta que, se puede evaluar al alumnado pero no al profesorado, y menos luego de las prepotencias tecnócratas de Aurelio Nuño en la pasada administración, y su idea intimidatoria de sacar del aula a todo maestro que no estuviera en condiciones de estar frente a ella, y enviarlos a áreas administrativas.
La tecnocracia es puntual, pero igual prepotente, aunque ciertamente hay miles de casos de maestros sin calidad.
El punto es que todo ese magisterio mediocre que en el pasado siglo compró su base de planta (80-90´s), ya está jubilado, o se empieza a jubilar, y salvo los rescoldos que aún quedan de ese siglo –en el que se otorgó plazas a personas incluso sin el perfil adecuado- que fueron denunciados en la administración de Pablo Salazar –que acabó con la venta de plazas- en los primeros años del 2000, decía.
Hoy es claro que ya no existe esa pretensión de bajar a los maestros no aptos para estar frente a aula, ni en los gobiernos estatal ni federal, y luego de las primeras negociaciones con AMLO –en un diálogo que se suspendió tres Años- se observa otro criterio en el magisterio, más conciliador, pues no jaló ni por oportunismo con la púrpura organización de padres de familia que acusó de amorales y comunistas a los nuevos libros de texto, y como sabemos se dio recién un acercamiento con los dirigentes de la CNTE, para derogar completamente la ley de educación de Peña Nieto.
En torno a eso, la CNTE realizará movilizaciones el próximo 15 de mayo, día del maestro y la maestra.
Y van a marchar por lo mismo, cuando el gobierno federal como nunca, le ha concedido sus peticiones, y la pregunta es que, si le están aceptando las propuestas ¿La Coordinadora se quedará sin banderas de lucha?
México solo reclama calidad en la educación, pues en el país no es pareja y pues no es mentir que hay deficiencias serias –como rezagos- en Chiapas, Oaxaca, Michoacán y Guerrero –dicen los reportes-, además, éstas se encuentran también entre las diez con mayor proporción de personas de 15 años sin primaria o sin secundaria terminadas, y eso sin hablar de analfabetismo.
En todas esas entidades como sabemos, tiene mucha presencia la CNTE.
E insisto: no puedes ser que aún, ya en el primer cuarto del siglo XXI, una nación con educación prácticamente gratuita –pues esa mal llamada cuota voluntaria debe verse ya como pago de inscripción-, desde el preescolar y hasta la universidad, que destina el más alto presupuesto que país alguno de América Latina a la enseñanza; que es la única que provee a sus alumnos de libros de texto gratuito en el continente, siga con rezagos y padeciendo a una organización de padres familia retardataria, que se le fue a la yugular a AMLO por no haberlos consultado en los contenidos de la nueva edición: tampoco lo hizo en su momento Adolfo López Mateos, pero en esas fechas el presidencialismo priista era intocable; no se atrevieron a tal cosa, por lo que impotentes se le fueron con todo –corría el año de 1959- al coordinador de la comisión nacional de libros de textos de reciente creación, Jaime Torres Bodet, que mereció todo el apoyo presidencial ante el ruido moralino que el mandatario lapidó al estilo priista de entonces, y no hubo más.
Cada vez que hay cambios en los libros de texto esa agrupación acartonada aparece desactualizada, y nunca la ha secundado el magisterio democrático.
Hay nivel en los actuales dirigentes, aparte que es sano que no se confunda su lucha con la de otros, lo que está mejor: el movimiento magisterial de México es sui generis en América Latina, y no como docentes, sino como gremio, pero todos los argumentos o justificaciones –insisto- chocan de frente ante la realidad de que hay que mejorar la calidad educativa en educación básica –no solo en México, de acuerdo a la Unesco- y en un importante porcentaje de materias de secundaria.
Pero esa mala calidad en –que no de- la educación ¿Es solo responsabilidad del magisterio?
Desde luego que no.
En todos los estados del país por años se vendieron las plazas, y desde luego hubo contubernio con los líderes seccionales del SNTE; el problema es que la venta de plazas base benefició a personas no idóneas o aptas para estar frente a aula, y perjudicaron mucho, y es cuando me regreso: esas personas tienen sus años que se están jubilando, luego de una evidente corrupción sindical y administrativa, por lo que esperemos que a corto plazo se empiece a ver el profesionalismo y la calidad del magisterio para esta etapa de la nueva escuela mexicana.
Tienen que corresponder ¿Y luego?
Y esto compete tanto a la CNTE como a el SNTE, que ahora pueden coincidir sin problemas, pues ya no hay ligas “superiores” que se lo impidan –menos desde el gobierno de la 4T-, que no incide en las decisiones de la disidencia o de los llamados “charros”.
Porque eso es lo que viene: la democratización del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, que esperemos se dé convocando a una elección sin que nadie, quiera meter las manos.