Tubo de ensayo

10/abril/2024

 

René Delios

Y es que esto es así.

Una vez idos, a sacarle todo a la luz para buscar ¿qué? castigarlos una vez disfrutado el varo que supuestamente sustrajeron de las arcas públicas, pese a que pruebas no tienen.

Eso es lo que pasa en Ecuador con la forma en que su presidente de ultra derecha y rencoroso, culpa a un político adversario de su padre, y con tal de cobrarla autorizó la incursión en la embajada de México.

Ese pobre presidente ecuatoriano no tiene idea a quien se echó de enemigo, me cae.

Digo, no han podido con él estructuras en México mucho más poderosas que las de su país; la oligarquía tremenda de México, la que lo apoyan desde España, EU, UE, mediante el despliegue de una campaña incluso continental cuando tomó posesión, y nada más no.

Y pese a ser de derecha como su gobierno, nada más no lo pueden acuerpar: violó los tratados de Viena, en una soberana –porque lo es- estupidez.

El Noboa esta llevando a escala mundial, y bastante, y con él y su gobierno, y lamentablemente los ecuatorianos.

En México con eso de los perseguidos políticos ha pasado igual, violando de todo, la ley, derechos humanos, de terceros, y no vayamos tan lejos y nos ubiquemos en el presente siglo con las recientes siglas: el PRI.

El primero al que le llovió fue a Jesús Ortega, el ex gobernador interino de Guerrero –que entregó en 2016- que sustituyó al perredista Ángel Aguirre por su nulidad para combatir al crimen organizado en su entidad, y al que le sucedió el caso Ayotzinapa sin que le tocaran un pelo, pero que dejó en su momento a Acapulco como la ciudad más peligrosa del país, y tercera del mundo en tiempo de paz, con promedio de siete a nueve muertos a diario en toda esa entidad, por causas de lo ilícito, lo que más pareció una limpia que enfrentamiento entre las cinco células que según esto, aun quieren el dominio de Guerrero.

Luego se le fueron encima a Gabino Cué, ex gobernador de Oaxaca, por su nulidad en controlar a la 22, hasta que le echó la mano la SEP y se desmanteló aquella IEEDO, que operaba con millones mensuales que el ex mandatario les reglaba -que gastaban cual faraones los de la 22-, como si fuera una secretaría de educación a la par de la estatal, y en años de operar no había servido para nada, que no sea la vida de lujos y distribución de mercedes y privilegios para los dirigentes del falso magisterio disidente.

Lo amenazaron, pero nunca lo auditaron y finalmente Cué, desapareció del ámbito político.

Pero pocos como Javier Duarte de Ochoa, el ex gobernador de Veracruz, bajo proceso por peculado, asesinatos, despojo, robo y súmele otros cargos que no han servido para nada, resulta que ese varo robado a los jarochos no aparece ni aparecerá.

 

¿O sí?

 

Porque Duarte fue detenido en Guatemala, un 15 de abril de 2017, es decir hace siete años y ni aparece ni el dinero y ni se “obsequia” la condena.

 

¿Y luego?

 

Porque en el caso del ex gobernador Andrés Granier Melo, de Tabasco, que se llevó casi los seis años de Peña en juicio penal, acusado de desvíos por seis mil millones de pesos, antes de concluir el mandato fue exonerado de culpas, y pues se entiende que nunca agarró tal recurso del erario y fue detenido, encarcelado y enjuiciado injustamente.

 

¿Quién pagó entonces por ese abuso?

¿Cuántas acusaciones de esas hay en proceso en todos los niveles de gobierno?

 

Porque se acusa que el gobierno de Perú, que ahora el gobierno de Ecuador.

 

¿Cuántas habrá ahora en México, se insiste?

¿Llamarán a alguno ahora que salen un buen como gobernadores, casi todos morenistas?

 

Seis de nueve.

 

Pero regresando: si las pruebas son contundentes como para arrestarlo y encarcelarlo ¿Por qué dilatan tanto los procesos en este país?

 

Ahí tienen el caso de Lozoya Austin.

 

Digo, hasta lo trajeron de España y el compa ya sigue su juicio en libertad.

Eso alienta a los rateros.

¿Será porque el poder judicial manipula la ley con tal de llevarle la contra como dice el mandatario?¿Tan fácil es comprar a los juzgadores?

Ya la sabemos -y siguen los ejemplos- que hay por un lado presos políticos y por otro, los presos de conciencia; unos por fallarle al régimen y otros por oponérsele.

Y mientras se infla el bloff informativo, so pretexto de estar combatiendo lo criminal o corrupto, se manipula la “aplicación de la justicia”, y eso pasa en México y Colombia, y en EU, y súmele.

Así que no solo en México, en dónde la noticia manipulada cada vez se vuelve más morbosa, radical y escandalosa, cuando solo se tiene que hacer valer la ley.