Las crónicas de un continuo despertar

25/abril/2024

 

Arít León Rodríguez

 

De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Cancerología (Incan), Chiapas ocupa el segundo lugar a nivel nacional después de Veracruz, en cuanto a la incidencia y mortalidad por cáncer cérvicouterino (Cacu) en las mujeres.

La mejor manera de detectar el cáncer de cuello uterino tempranamente consiste en hacerse la prueba de Papanicolaou regularmente (que pueden combinarse con una prueba para los virus de los papilomas humanos o VPH).

Estar alerta ante cualquier señal y síntoma de cáncer de cuello uterino también puede ayudar a evitar retrasos en el diagnóstico. La detección temprana aumenta las probabilidades de un tratamiento exitoso del cáncer y los precánceres.

El factor de riesgo más importante del cáncer de cuello uterino es la infección por el virus del papiloma humano VPH.

Aun cuando el VPH es un grupo de más de 150 virus relacionados, algunos de ellos causan un tipo de crecimiento llamado papiloma que se conoce más comúnmente como verruga, y son normales, hasta que aparecen en lugares no tan comunes, ni deseados.

La infección por VPH es común, y en la mayoría de las personas nuestro propio organismo puede eliminar la infección por sí mismo, pueden verse en nuestras manos, codos, piernas y cuando son de riesgos, en áreas sexuales.

Algunas veces, sin embargo, la infección no desaparece y se torna crónica, esas infecciones, especialmente cuando es causada por ciertos tipos de VPH de alto riesgo, puede eventualmente causar ciertos cánceres, como el cáncer de cuello uterino.

Aunque actualmente no hay cura para la infección de VPH, existen maneras de tratar las verrugas y el crecimiento celular anormal que causa el VPH. Además, hay vacunas disponibles que ayudan a prevenir la infección de ciertos tipo y algunas de las formas de cáncer que están relacionadas con estos tipos del virus.

Tenemos un índice altísimo de incidencia de la enfermedad en el estado pese a que los estudios preventivos son totalmente gratis sin necesidad de afiliación a algún servicio médico, y se resume a la falta de educación sexual, no a la desinformación del tema, es decir, pareciera que tanto las juventudes como personas de edades superiores a 50 años, coincidimos en el mismo fenómeno que atenta con nuestra salud y es simple:  Muchas mujeres de edades variables, conocen de que existen programas para prevenir el cáncer, que el Papanicolaou es un examen exploratorio, que podrían morir por cáncer cérvicouterino, pero no van ni acuden a realizarlos por considerar una falta moral que alguna persona explore su cuerpo. Especialmente si son varones los que atienden las clínicas.

El buscar su salud física ha generado conflictos y agresiones en infinidad de mujeres debido a la falta de orientación sexual. Esposos y exparejas ofendidos, han optado por la violencia extrema o la prohibición total de realizarse un examen exploratorio.

Lo lamentable es ver el resultado de cerca, el dolor, la incomodidad e incertidumbre, el viacrucis de tener de viajar para obtener tratamientos que en este estado no hay.

Siguen defendiendo el derecho a “no influenciar de mala manera” a las juventudes con información acerca de su salud sexual en las escuelas, pero no logran asociar la infinidad de enfermedades y peligros que esta desinformación genera.

Sin embargo estamos notando que con los años está haciendo una nueva apertura a la protección de la seguridad sexual de las jóvenes con las campañas en las escuelas primarias y secundarias así como preparatorias y bachilleratos en los cuales se puede acceder a la vacuna para prevenir algunos tipos de infección de VPH que pueden llevar al CACU.