Editorial

17/abril/2024

Pierden fuerza ante la vitalidad del comercio, lo que a diario se escribe en medios opositores sobre que México está de lo peor en materia económica.

 

La política social en términos de objetivo llega por primera vez a índices de reducción de la pobreza, y en menos de cinco años, México es de las economías más sólidas del continente; su moneda está estable, las inversiones fluyen, el gasto público se invierte en tiempo y forma: no hay refinanciamiento de obras.

 

El presidente volteó la clepsidra tambaleando lo establecido, como ha pasado de siempre con el conservadurismo -que en México es anquilosado -, sea en lo cultural, científico o intelectual, y ahí están los testimonios históricos.

 

Con el neoliberalismo se supuso que al generar riqueza nacional, ésta debía distribuirse de arriba para abajo, pero en alguna parte la distribución de los beneficios, éstos se atoraron por sexenios, y de pronto -¡Por decenas de miles!- los políticos empezaron a hacerse empresarios y salían ricos del gobierno, robando a los municipios, a los estados o a la nación, obvio confabulados con los que les daban las facturas: sabían eso de crear empresas fantasmas o ejercer el lavado de dinero.

 

Hoy omitiendo las manos de la burocracia, de los líderes «morales» y demás acepciones, el dinero va directo a la gente objetivo, en lo que le llaman economía ficticia -pues no produce riqueza, dicen-, y solo sirve para palear medianamente las demandas prioritarias de la pobreza, es decir que no la combate, no la soluciona: la mantiene o manipula, como sostiene la oposición, que huelga decir también la practicó por sexenios, tanto el PRI como el PAN en sus gobiernos de principios de siglo.

 

La crítica al respecto va con todo, deslizando el que nunca hubo en este país justa distribución de la riqueza, y eso se cuestionó en su momento, y hubo de todo, incluyendo a buenos dirigentes asesinados, y ese abuso –como ahora los feminicidios- nunca causaron la irritación popular como ahora dicen que sucede, con los que se oponen a las políticas económicas del presidente AMLO.

 

Ya se verá en el tabulador electoral –que es el regulador- cómo cierra el sexenio 2024.