Editorial

16/abril/2024

Es más la difusión que la expectativa que genera la Coalición Opositora, integrada por PAN, PRI y PRD -a la que se aliaron una decena de organizaciones civiles, empresarios y activistas-, para que presente una buena contienda.

 

El punto es que no repunta.

 

Aquí hay que precisar que las referencias se enfocan en las presidenciales, no en los legislativos, que también son objetivo de la 4T, para lograr la mayoría calificada.

 

Los dirigentes del PRD, del PRI y el PAN, Jesús Zambrano, Alejandro Moreno Cárdenas, y Marko Cortés Mendoza, respectivamente, presentaron como precandidata ante el Instituto Nacional Electoral a Xóchitl Gálvez, como una opción popular que pudiera menguar la presencia de Andrés Manuel López Obrador, algo que desde los medios de comunicación afines a la oposición tratan de inflar.

 

Esa coalición lleva como tal desde 2021 y no ha logrado crecer desde esa fecha y contrariamente, volvió a perder una entidad ante Morena y aliados en 2022, aunque sí lograron bajar la mayoría absoluta en la cámara de diputados, y para hoy la 4T ya es gobierno en veintiún estados del país –con dos aliados en San Luis Potosí (PVEM) y Morelos (PES), y tiene muchas posibilidades de ganar el poder ejecutivo en 2024.

 

En el mundo político la referencia es que el PRI no llega en muletas, sino en ambulancia a las elecciones 2024, en tanto el PRD, esta prácticamente desahuciado.

 

Especialistas señalan que las siglas del partido de izquierda en esa coalición es más peso que beneficio, empezando porque los verdaderamente afines de siempre, han sido el PRI y el PAN, pues por décadas, el PRD fue su antípoda.

 

La coalición de partidos de oposición solo ha logrado quitarle a Morena la mayoría absoluta en la cámara en la contienda electoral del 6 de junio de 2021, de ahí en fuera no le ha visto ni el pelo al partido en el poder, y no se ven muchas posibilidades de lo contrario, ahora que las estadísticas benefician a Claudia Sheinbaum con 22 puntos arriba.