Una cosa es que la Auditoria Superior de la Federación -que pertenece a la Cámara Federal de Diputados- reporte con tiempo irregularidades en una entidad -que las puede corregir según amerite-, y otra que en su caso la Secretaría de la Función Pública -que es del gobierno federal- denuncie oficialmente la demanda ante la Fiscalía General de la República, ante las evidencias irrefutables, y la falta de correcciones en su momento, lo que activa la averiguación previa y la orden de aprehensión en su caso.
Porque solo con la denuncia -en la mañanera por ejemplo- pero sin demanda ante fiscalía alguna, ni al caso.
Hasta que no pase eso en contra de un ex funcionario o ex mandatario por parte de la federación, pues no pasa nada, y todo es mera especulación derivada de la referencia y ya, y más en las nueve entidades que renovarán gobierno este año, que fueron las primeras que ganó Morena y por ende, las primeras seis que van a entregar: Veracruz, Tabasco, Chiapas, Ciudad de México, Morelos y Puebla.
El mismo procedimiento es para los estados con sus contralorías, sea la estatal o el órgano de fiscalización del congreso local para el caso de los ayuntamientos; mientras no haya denuncia formal ante la fiscalía estatal por parte de esos órganos regulatorios, no hay nada que perseguir, y todo queda en mera especulación.
Así que se podrá denunciar a ex alcaldes y a ex funcionarios, e incluso en funciones, pero sin pruebas no se procede.
Va a darse mucha guerra sucia en estas contiendas, y va a ver mucha manipulación de contenidos, por lo que hay que tener en claro que sin denuncia formal es más el ruido.