René Delios
¿A estas alturas del tercer milenio en la política -sea local, nacional o internacional- aún creen que la difusión de la mentira se hace verdad?
Ese viejo esquema de Joseph Goebbels -el propagandista nazi de Hitler- ya no funciona, aun lo sostengan oficialmente en su momento; infinidad de casos manipulados en el pasado han caído en el presente y ¿Aún insisten en ese mismo esquema?
Lo vemos en las famosas fake news, cuya multiplicación se dispara por unas horas hasta que se derrumba la versión en cuanto se ubica la mentira, y solo causa dolo, especulación, inquina: contrario censu otrora a través de medios informativos tradicionales, la mentira hoy no se sostiene sin base en las redes sociales, mucho menos en la opinión pública con mucho más perspectiva, por lo que no se puede manipular así la verdad, así la difunda el gobierno mismo, del nivel administrativo que sea: sus versiones si son falsas, no perduran, y pasa igual en el caso de las manifestaciones o protestas pues, no todas son legítimas, y menos cuando atentan en contra del derecho de terceros para hacer valer supuestos derechos, sean gremiales, étnicos, populares o políticos.
O sea, que aquella vieja frase o advertencia de que “no se oculta el sol con un dedo” es vigente.
Otra cosa es que, existan los que, por mera animadversión política, religiosa o racial, se dejan llevar por esas versiones manipuladas en aras de imponer su verdad, y la repliquen a manera de apoyo, y eso sucedió con las referencias de los legisladores gringos que acusan a México de no hacer lo necesario para que no pasen drogas a su país -que está matando gente-, cuando es esa gente la que la compra, y para ello, tiene que haber un vendedor, un distribuidor, y toda una red por todo ese país, que al parecer no logran desarticular o no quieren, y se le hace más fácil culpar al exterior de enviciarlos.
¿Quién se la cree?
La tenemos cerca: como este gobierno es malo, los de otrora que también lo fueron por sexenios, se curan en salud, y cuestionan todo “lo malo” de la 4T, como si no fueran parte de ese origen, luego de un siglo en el poder desde 1917.
Porque si hubieran sido buenos gobiernos -para que tan atrás- en tres sexenios del presente siglo, se notara, y este mandatario cuestionado no se quejara tanto de que le dejaron corrupción, pobreza y muerte e igual ni se hubieran dado las condiciones para su arribo, y no tendríamos que oír tanta retórica y queja sobre el pasado, en vez de resultados.
Y es de eso de donde se agarran los de “Va por México” para decir que son “el cambio”.
Creen, y en serio, que los bonos de Morena van para abajo, que la figura del mandatario también, y que la de ellos -¿La nueva triple alianza?-, crece: una cosa es que AMLO y su 4T decepcionen, y otra que la gente vote por lo mismo.
Ahí vamos a ver el cómo, luego de los resultados electorales en cinco años, sostienen que Morena va a la baja, aunque van a impugnar, al estilo de los últimos tiempos en que esa oposición quiere ganar en los tribunales lo que no logran en las urnas.