Arít León Rodríguez
Una de las causas por las que el ambulantaje ha sido un problema serio en la ciudad es porque es como pelear con un monstruo de cien cabezas.
Cortas una, y brotan dos más, y más conflictivas. Anéxele también la presumible corrupción en el asunto puesto que, de inicio, esto pudo haber sido controlado a tiempo.
Mucha de la molestia de los locatarios y comerciantes establecidos es que, las personas que se instalan y convierten la ciudad en un tianguis sin orden ni control, ni siquiera son tuxtlecas o chiapanecas, mínimamente.
Son comerciantes que vienen de otros estados y que con ideas mucho más revolucionadas en cuanto al modo de reaccionar ante las autoridades, generan un verdadero caos.
La desesperación hace que los comerciantes establecidos tomen las calles. Caray, están pagando impuestos –no he sabido que se los suspendan a causa de las bajas ventas por las corruptelas y falta de control con el mencionado ambulantaje- y los que no pagan impuestos, son tratados con paciencia y decoro en respeto a su situación de necesidad.
Claro, la necesidad se entiende, pero quieren vender en el primer cuadro de la ciudad, tener tres “puestos”, instalarse en la banqueta del parque de la marimba, o en las calles circundantes al parque central, no pagando impuestos, bloqueando el tránsito de la ciudadanía por los espacios públicos y –no siempre- dejando el espacio sucio y maloliente.
Ahora, desgraciadamente con la necesidad que impera, se justifican para realizar acciones que no solo rayan en lo ilegal, si no en lo extremamente abusivo, invasivo y peligroso.
En años pasados ya estaban vendiendo hasta pescados fritos en plena calle, sin mentirle, iba usted caminando y veía a una señora con una cacerola grande llena de aceite hirviente y un tanque de gas sobre la banqueta, friendo pescado.
En fin, hoy veo las calles de la ciudad y se ve espacio. Falta aun mucho por trabajar, después de todo el caos que se ha vivido en otros trienios y la realidad es que el centro es un espacio que necesita inyección de vida.
Los comerciantes que se mantienen valientemente en esa zona saben de lo que hablo. Hace años, el centro tenia fuentes, cine, fuentes de sodas, espacios para convivir.
Todo se ha ido a las orillas, por la falta de espacios y rentas adecuadas. Ahogan a los empresarios y estos a su vez a sus empleados. Algo se debe hacer, porque es urgente y soslayado.
¿Qué será que es lo que impone a los arrendadores a seguir pidiendo rentas exorbitantes en el primer cuadro de la ciudad? No hay dinero que fluya suficiente para mantenerse, entonces, ¡que es peor? ¿Percibir menos o tener un lugar cerrado y deteriorándose?
Hace unos días platicábamos en familia, acerca de las carestías y necesidades, por ejemplo de mujeres que van por donde vivo, vendiendo tortillas hechas a mano, dentro de una cubeta, cargando a un bebe, y llevando dos niños más, ambos menores 7 años, y vaya, independientemente de lo que pase por su mente, la señora va, cargando su micronegocio, casa por casa, vendiendo tortillas.
Tortillas que si las vendiera en zonas céntricas, le serian levantadas por fiscales, y podría ser imposible para ella recuperarlas.
Creo que deberían haber permisos para actividades ambulantes realizadas por madres solas y avaladas por las autoridades con tarjetones sin costo, con sus regulaciones obviamente, pero vaya, apoyar a quienes tienen el deseo de sobrevivir con dignidad, vaya.
El problema del mexicano promedio es que somos desconocidos de muchas verdades y nos dejamos guiar por quienes tampoco saben.
Tratamos mal a quienes nos ofrecen un servicio profesional, de calidad y a buen precio y regalamos el dinero a quienes abusan y vivamente nos cobran excesivamente sin ningún disimulo, he ahí porque las franquicias en México han hecho muchísimo dinero.
Es penoso inclusive ver colas de personas que esperan para ir a tomar un café cuanto abren la sucursal de algún lugar con nombres populares en el extranjero o a nivel nacional.
Vaya, la intención de las reformas son mejorar las perspectivas económicas futuras, ¿de quienes? Inversiones internacionales que de por si están dándonos la espalda, resguardar y hacer mas ricos a los que tienen a manos llenas acceso a nuestras arcas, con sus planes transexenales macroeconómicos que olvidan que sin la base trabajadora y que es la que aporta los impuestos y los dineros que nos están arrancando de las manos, no podrá haber absolutamente nada.
Pero su mentalidad ruin y mezquina no esta empresarialmente dispersa.
Siempre me ha causado una sorda risa y una profunda pena el observar las hileras de personas afuera de las nuevas franquicias de cualquier cosa como si fuera la panacea.
Se paga al triple lo que en las cocinas y tiendas locales se tiene con mejor calidad, y que beneficia directamente a las familias locales, a diferencia de las franquicias que les pagan lo mas apegado del salario mínimo, y sin prestaciones a quienes esclavizan por más de 9 horas so pretexto de brindar la luz del crecimiento a las familias chiapanecas.
De eso estamos hechos. Colonialismo puro, caciquismo, corrupción y cinismo.