Editorial

19/marzo/2024

 

Todo indica que en México llegó la paridad y no; no se da, se pelea.

 

La paridad política lamentablemente no es una realidad ejecutada aún lo marque la ley, pues incluso el partido gobernante tuvo problemas para ajustar los índices cuando debió darse de facto, aparte de que diputadas o senadoras están sujetas no al compromiso social por ellas, sino a una partidocracia que asfixia compromisos y “la línea” se cumple porque se cumple, pues viene desde la dirigencia misma del partido de que se trate.

 

En el caso de las alcaldesas es más visible: no aplican una política de género, ni políticas municipales buscando erradicar la violencia intrafamiliar, y ni mencionar a los municipios indígenas en los que el abuso en contra de las mujeres es lo más común, en la idea absurda de que la esposa es propiedad, no la pareja del marido.

 

Falta contundencia.

 

Las bancadas en la federación y otros estados por lo general están nutridas de legisladores desvinculados que dicen amar a sus distritos pero no son propiamente unos conocedores del mismo, y menos en entidades como Chiapas en que sus regiones varían tanto por lo que el norte nada que ver con la costa del estado, pues los intereses no coinciden, pero en el caso de los intereses de su género desde luego hay coincidencia, y ahí sí que es nacional.

 

Ahora que como nunca hay legisladoras -incluso gobernadoras-, no se ha presentado una iniciativa a favor de su género, con contundencia, que vincule de manera transversal educación, derechos humanos, desarrollo social y humano, pero también mayor severidad en contra de violadores y sus protectores –que puede ser hasta un juez corrupto que los libera-, feminicidas, torturadores, y en el caso de atentar contra niñas y niños, que los castigos sean ejemplares, porque luego andan pensando cuidar los derechos humanos de quienes no respetan los derechos humanos, y atentan contra la integridad de terceros, sea una o un menor.

 

Es a esas legisladoras a las que le tienen que reclamar sus iguales, al menos que crean que es rompiendo cristales o propiedad del estado como se avanza, y que solo los días 8 de marzo hay que plasmarlo en las paredes con pintura en aerosol.

 

Este año se eligen las cámaras del congreso de la unión, y deberían empezar a fortalecer la idea de que en cuestione de género, no hay partidos, hay mujeres.