Editorial

7/marzo/2024

Los partidos de oposición en las entidades están de muy bajo perfil ante los nuevos gobiernos morenistas, y mientras los militantes dan batalla en las redes sociales, las dirigencias muestran una sumisión de alfombra roja en casi todas las entidades, salvo los panistas de Veracruz ante Morena y los de Nuevo León ante el MC.

 

Las dirigencias desde dos mil son sumisas al partido gobernante y, eso, lo vimos desde que Pablo Salazar llegó al poder en Chiapas, acuerpado por todos los partidos opositores de entonces, que hicieron montón en contra del PRI, y ganando históricamente la gubernatura de la entidad, luego de setenta años de caciquismo político arreciado y que a la fecha con la llegada de Morena, ahí siguen en vigencia, pero con la camiseta del nuevo partido.

 

Hoy en Chiapas los cotos de poder ya no influyen en las elecciones: ya no existen los caciques que imponían candidaturas; ahora se tienen que cambiar a Morena, para poder competir.

 

Los partidos siguen siendo grises aun sean de varios colores en la entidad, sus dirigentes se muestran tan institucionales como otrora, y antes aún de dos mil, al PRI, el creador del famoso “institucionalismo a ultranza”, que prácticamente ya no es nada, y cuyos dirigentes sin gentes hacen como que pueden, pero sin aliento, al igual que sus aliados, prácticamente desaparecidos, y que requieren de oxígeno político y obvio presupuesto pues las prerrogativas son de acuerdo a la presencia política en votos, diputaciones, ayuntamientos y la trilogía antípoda del PRI, PRD y PAN, tienen muy pocos.

 

Morena y menos el gobierno estatal, los necesita, no significan problema, pero se trata de integrar, y lo mismo va a hacer para 2024.

 

El PRI y el PRD no se ven en Chiapas y eso que fueron gobierno; incluso en el ámbito nacional enfrentan serias diferencias internas por el cómo los dirigentes se repartieron las plurinominales, dejando fuera a destacados militantes que ya no son los de antes, y entienden cansados que en sus partidos, sigue más de lo mismo.