– Es causa directa de 60 distintas enfermedades, así como un factor de riesgo para más de 200 problemas de salud; es responsable de casi el 4% de todas las defunciones a nivel mundial
– Con tantas reuniones, posadas y fiestas de trabajo es muy fácil que la ingesta de alcohol se salga de las manos, por lo que se deben tomar medidas para evitar sobrepasarse
El consumo de alcohol es causa directa de 60 distintas enfermedades, así como un factor de riesgo para más de 200 problemas de salud (entre ellos, el cáncer, depresión, lesiones y afecciones del corazón), advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). Asimismo, es responsable de casi el cuatro por ciento de todas las defunciones a nivel mundial.
Es considerado como una sustancia altamente nociva, adictiva y cero nutritiva. “El alcohol es una caloría ciento por ciento, no tiene ningún contenido energético. Cuando entra al cuerpo aumenta los niveles de glucosa, con lo que desencadena las vías metabólicas y, por ende, la formación de grasa o glucógeno. Si el paciente tiene una enfermedad de base, lo descontrola. Algo que es muy común en esta época del año”, indica Georgina Hernández Camacho, médica especialista en nutrición clínica en el hospital Médica Sur.
Con tantas reuniones, posadas y fiestas de trabajo es muy fácil que la ingesta de alcohol se salga de las manos, por lo que se deben tomar medidas para evitar sobrepasarse. El consumo de bebidas alcohólicas no solo produce efectos a las pocas horas, sino que, de manera constante y en exceso, puede afectar diferentes órganos.
Cuando se pierde el control
De acuerdo con el Instituto Nacional sobre el Abuso del Alcohol y Alcoholismo de Estados Unidos (NIAAA, por sus siglas en inglés), esta bebida es un depresor del sistema nervioso central, por lo que vuelve más lenta la actividad cerebral. Es capaz de cambiar el estado de ánimo de las personas, además de afectar la coordinación, el control del cuerpo, el equilibrio y pensar con claridad.
“Un adulto que consume más de dos copas no va a tener la misma coordinación psicomotriz, lo que puede elevar el índice de accidentes. Por lo general, la persona se siente cómoda e ingiere más alcohol, entonces cae en una especie de círculo vicioso”, señala el doctor Abelardo Navarro Martínez, especialista en cirugía laparoscópica avanzada en el Hospital MAC Irapuato.
El riesgo de sufrir lesiones, a raíz de choques automovilísticos o caídas graves, aumenta de modo considerable con el consumo excesivo de alcohol. De igual manera, se abre la puerta a más emergencias médicas como intoxicaciones provocadas por esta sustancia o broncoaspiraciones al momento de vomitar por los efectos del alcohol.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) alertan también sobre el peligro de comportamientos sexuales riesgosos, como tener relaciones sin protección o múltiples parejas, los cuales pueden ocasionar embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual.
Dado que altera el comportamiento, algunas personas se tornan necias o agresivas, lo que deriva en ocasiones en violencia doméstica o peleas con amigos. En casos extremos, llegan a presentarse homicidios o suicidios por no poder controlar la manera de beber. Aunque suene exagerado, las consecuencias pueden ser fatales.
Afectación a la salud
El consumo excesivo de alcohol puede causar enfermedades crónicas, así como agravar diferentes padecimientos existentes. “En personas con presión arterial alta que no están controladas, su ingesta queda completamente prohibida. Hay tipos de alcohol que elevan la presión y aceleran el ritmo cardiaco”, indica la especialista en nutrición clínica, Georgina Hernández Camacho.
Los pacientes con diabetes también deben tener precaución antes de ingerir bebidas alcohólicas, ya que puede llevarlos a serias reacciones de azúcar baja en la sangre, especialmente si utilizan insulina o toman medicamentos que estimulan la liberación de esta hormona. De igual modo, hay un mayor riesgo de que empeoren las complicaciones a causa de esta enfermedad.
En mujeres embarazadas, ingerir alcohol puede causar aborto espontáneo o muerte fetal. La Secretaría de Salud advierte que los hijos de madres que consumen alcohol en esta etapa pueden nacer con discapacidad intelectual o alguna malformación. “En condiciones de alto riesgo, esta sustancia puede estimular o desacelerar el corazón del bebé”, indica la doctora Georgina Hernández Camacho.
A mayor ingesta de bebidas alcohólicas, revela dicha institución, mayor es el riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer: de colon, recto, mama, laringe, hígado, esófago, cavidad oral y faringe. También puede presentarse sangrado en el estómago o inflamación o daño en el páncreas, glándula que produce sustancias necesarias para el buen funcionamiento del organismo./ (EL UNIVERSAL)
