Editorial

15/noviembre/2023

¿Qué se esconde tras la demanda de los diputados locales de Nuevo León ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación?

 

Porque es evidente que se trata del control político de la entidad, por la ambición de un mandatario que no tiene posibilidades reales de ganar, pues su partido, el MC, no es mayoritario.

 

Y es que prácticamente la Suprema Corte mexicana dejó sin gobernador interino a Nuevo León, tras conceder una suspensión que deja sin efectos el nombramiento de Javier Luis Navarro Velasco, quien fungía como secretario general de Gobierno, y a quien Samuel García –gobernador con licencia- había designado en el cargo para poder buscar la candidatura presidencial por Movimiento Ciudadano.

 

El otro escenario es que el máximo tribunal también detuvo la designación que el Congreso local hizo del magistrado José Arturo Salinas Garza, para ocupar dicho encargo, y la entidad está en el limbo, pues García tiene licencia.

 

Desde los inicios del gobierno de Samuel García, diputados del congreso local han mantenido una serie de serios desacuerdos, pues está compuesto por 42 diputados, 14 de los cuales son del PAN, 14 del PRI, y solo 11 de MC –su partido-, uno de Morena, otro del Verde y uno más independiente.

 

No tiene mayoría.

 

Todo esto lo pone en aprietos pues la suprema corte deja abierta la puerta para que el Congreso del estado pueda hacer la designación de otro gobernador interino: Se negó otorgar la suspensión en el sentido de que el Congreso se abstuviera de llevar a cabo cualquier designación; es decir, que quedan a salvo las facultades del Poder Legislativo local para designar al gobernador interino de dicha entidad, señaló el máximo tribunal, el que no necesariamente tiene que ser militante del MC.

 

He ahí la disyuntiva.