En su proyecto para los próximos cuatro años, ofrece independencia judicial y fortalecimiento de la función jurisdiccional, así como el combate a la corrupción, una reingeniería y medidas de mejora de la actividad administrativa de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal
En tercera ronda de votación, la ministra Norma Lucía Piña Hernández resultó electa para ser la primera mujer presidenta en la historia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para los próximos cuatro años.
Piña Hernández, de carrera judicial, obtuvo los seis votos necesarios de sus compañeros en la tercera ronda en la que compitió con el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena.
La ministra Yasmín Esquivel Mossa, señalada de plagio, quedó eliminada en la segunda ronda de votación al no alcanzar el apoyo necesario de sus compañeros del pleno.
“Ni victoriosa ni triunfante”, la nueva presidenta Norma Lucía Piña Hernández se dirigió al pleno después de rendir protesta ante el pleno del máximo tribunal.
En su mensaje, Piña Hernández se dijo honrada, comprometida, responsabilizada y obligada jurídica y moralmente a responsabilizar al Poder Judicial de la Federación “con convicción y entrega, con pasión y honestidad como lo he intentado hacer los últimos 34 años de vida al interior de esta gran institución a la que tanto le debo y la que tanto quiero”.
Al ser la primera mujer que preside el Poder Judicial de la Federación, la ministra Piña Hernández señaló que representa también a las mujeres, por lo que, a su nombre, agradeció la congruencia de sus compañeros al optar por una mujer.
Les dijo que se rompió lo que parecía un inaccesible techo de cristal. “Me siento acompañada, respaldad, acuerpada por todas ellas, por todas nosotras, me siento muy fuerte porque sé que estamos todas aquí, nos colocamos por primera vez al centro de la herradura de este tribunal pleno”.
En su proyecto para los próximos cuatro años, Piña Hernández ofrece independencia judicial y el fortalecimiento de la función jurisdiccional, así como el combate a la corrupción, una reingeniería y medidas de mejora de la actividad administrativa de la Corte y del Consejo de la Judicatura Federal.
“Mi compromiso será desempeñar mis funciones en términos del marco nacional e internacional y, principalmente, conforme a la columna vertebral de nuestra encomienda constitucional: la independencia judicial”, indicó.
La ministra tomó protesta del cargo y afirmó que las mujeres se colocarán por primera vez en el centro del pleno del máximo tribunal de justicia.
Dijo que asume la máxima responsabilidad consciente de su responsabilidad y ofreció una representación forjada en lo que ha sido como jurista./ (EL UNIVERSAL)