La joven expuso en conferencia de prensa que desde hace siete años ha sido violentada por su propio progenitor y exige justicia
Durante siete años, siendo menor de edad, la joven Valeria Brindis fue víctima de violencia familiar, que escaló hasta convertirse en abuso sexual permanente por parte de su padre, identificado como Raúl “N”, quien ya se encuentra en manos de la Fiscalía General del Estado (FGE).
Acompañada de su tía Patricia Brindis Palacios, la abogada María Moreno y la activista Patricia Chandomí, la adolescente de 18 años expuso que lo más doloroso de la violencia ejercida en su contra, fue el abuso sexual que sufrió de su padre el 2 de octubre de 2014, cuando ella apenas tenía 10 años de edad.
“Mi padre me tomaba fotos desnuda y las tenía almacenadas en su computadora, fotos que pudieron ser constitutivas de pornografía infantil, pero tuve que callar, como le hacen muchas niñas, porque nadie nos cree”, expresó Valeria.
Dijo que, a pesar de que le contó lo sucedido a su madre, ésta tampoco confió en sus palabras. “La violencia iba aumentando cada vez más, le pedí a mi mamá que nos saliéramos (de la vivienda), pero nunca me hizo caso, tuve que hacerlo sola, con la ayuda de mi tía”.
“La única que me ha creído ha sido mi tía Patricia Brindis Palacios, a quien le agradezco ser el pilar de mis pasos en esta lucha de búsqueda de justicia. Con su apoyo y amor, el día 2 de junio del año 2021 presentamos la denuncia ante la Fiscalía de la Mujer, iniciándose la Carpeta de Investigación 556, en la que denuncié hechos de violencia familiar y abuso sexual”.
A pesar de que las servidoras públicas la atendieron con respeto y sensibilidad, para Valeria eso no es suficiente en aras de la impartición de justicia, pues consideró que la dependencia no cuenta con personal capacitado que comprenda en su totalidad el contexto de la violencia contra las niñas que se vive en el estado de Chiapas.
Por su parte, la abogada Moreno dijo que la Fiscalía de la Mujer únicamente ha contemplado el abuso sexual y no la violencia familiar que Valeria sufrió, tampoco –dijo- existen indicios de que la dependencia quiera procesar al acusado por pornografía infantil, pues la computadora del presunto violador no fue tomada en cuenta en la investigación.
“Pese a que se trata de diferentes hechos, sucedidos en diferentes momento y de manera autónoma, sólo se investigó la violación (…) hay errores en la Carpeta de Investigación y en los expedientes que se están integrando; hay dilación, hay poca gana, no hay interés en las autoridades ni de corregir lo de adentro ni corregir lo de afuera. Hubo fuga de información y se pisoteó el principio de buena fe. Este es un llamado desesperado, porque tenemos el temor fundado de que la víctima va a continuar siendo víctima”, dijo la abogada. / Marco A. Rangel-Tuxtla Gutiérrez