Arit León Rodríguez
Recientemente en redes han habido denuncias acerca del mal funcionamiento y desperfectos que se han creado en un puente que recientemente se inauguró, y que ya tiene inclusive parte de las redilas metálicas que sirven para el drenaje de aguas pluviales levantada y rota.
Lamentable porque no sorprende que esto pase, aunque claro que nos molesta, ya que por muchos años hemos tenido que soportar la ruina que las empresas elegidas por los ayuntamientos han dejado a lo largo de la ciudad con las reparaciones mal hechas que realizan y que cobran a precio de primer nivel.
Es por eso que no nos sorprende qué la ciudad todavía tenga pedazos remendados de los malos trabajos realizados desde hace más de 10 años y que el centro de la ciudad este abandonado hasta por los mismos dueños de las empresas y locales qué funcionan ahí.
Pero bueno regresando al hecho de que hay un puente recién construido en la ciudad y ya se está cayendo a pedazos habría que ver quién aprobó esa licitación, como todas las demás, y sentarnos a esperar.
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Hace unos días volvió a suceder un accidente automovilístico que realmente rayo en la desconsideración y lo absurdo.
El sujeto intoxicado y en posible estado de ebriedad manejó por varios metros en sentido contrario y género un choque absolutamente violento en el cual hubieron personas fallecidas.
Lo más lamentable es que ni siquiera fue el primer accidente de este tipo en este año en la ciudad. Tal pareciera que fuera un capricho o una moda o que simplemente los grados de intoxicación en ciertas personas los hacen tener conductas temerarias que rayan en la total inconsciencia y consideración por vidas ajenas, y en ambas situaciones -que son muy cercanas en lo que va del año- se han perdido vidas humanas valiosas para su familia y la sociedad en general.
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En México, cada 4 horas fallece un niño o niña por cáncer, siendo la segunda causa de muerte en niños de 5 a 14 años (sólo superada por accidentes). De acuerdo con la Secretaría de Salud, cada año 7 mil niños menores de 18 años enferman de algún tipo de cáncer. De todos ellos el 10 por ciento va a requerir un Trasplante de Médula Ósea como única esperanza de vida.
De estos pequeños y pequeñas, sólo el 30 por ciento contará con un donador compatible en su familia, el resto necesitará encontrar a un donador que no sea de su familia, pero que está dispuesto a ayudar.
No hay panoramas claros hasta hoy.
