Tubo de ensayo 

25/junio/2022

René Delios 

En lo que va del siglo, en lo general, no le fue muy bien a Chiapas en los tres sexenios pasados; a más de dos décadas en que se dio la transición política, ésta no logra fructificar en la calidad de la política local, enredada y llena de desbandadas y traiciones, guerra sucia entre otras lindezas de la corrupción política, que contamina nuevamente el proceso democrático partidista, y descompone la capacidad de observación y por ende de expresión por parte de la comunidad. 

Todo eso se manifiesta u observa en el cómo se comportan los actores políticos, incluso atacando de manera directa al adversario en las redes sociales. 

Eso tiene antecedentes, desde luego, incluso en las acciones de inconformidad por parte de organizaciones o gremios, en donde el derecho de terceros ha sido y es lo de menos, cuando ellos están exigiendo justicia. 

Así de contradictorio el escenario. 

Se ve y vive en los incómodos bloqueos carreteros, en donde la extorsión para el libre paso vehicular es la constante y lo ilegal; se ha visto en los que realiza “campesinos” o normalistas invadiendo calles y avenidas en la capital de Chiapas, sin importar los daños colaterales a los ciudadanos: es su lucha, punto; se han registrado linchamientos bárbaros entre grupos indígenas so pretexto de sus usos y costumbres, que no son más que un caudal de abusos sobre la ley y los derechos humanos; se ha perdonado a desfalcadores del erario, desde ex alcaldes hasta ex gobernadores, y lo de moda por el aun proceso electoral distante en la entidad. 

Sí, la democracia -y mucho de la lucha social- en Chiapas, tienen mal de origen. 

Morena tendría mucho jale entre los chiapanecos y chiapanecas si resolviera actuar para esclarecer qué sucedió con los miles de millones de pesos de presupuestos en dieciocho años, tres sexenios. 

No se ha dicho nada, y la duda persiste entre los ciudadanos. 

Lo que sí es real es que como en este, hay muchos casos similares sin concluir en otros estados del país, aún se hable por todos lados de justicia y combate a la corrupción. 

Y es que nada, ni  la fe, se da por decreto. 

Y lo refiero porque la calidad moral no depende de la apariencia, de los logros, sino de las actitudes. 

Hoy las modificaciones al código penal sanciona la exposición pública de videos sin consentimiento ex profeso de la contraparte, y desde luego, aún persiste la discusión del para qué señoras o jovencitas se dejan filmar por alguien que no conocen a fondo, y ciertamente por lo general sucede al calor de efectos que no vienen al caso, pero que en la moralina nos encanta tasajear, siempre en contra o culpando a la mujer, a la que sin importar el daño moral, describen como si la conocieran. 

Son los excesos de la libertad de expresión en las redes sociales. 

Volvió a pasar con una jovencita exhibida en redes: se suicidó.