Agencias
En la primera quincena de junio el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) creció 0.49% respecto a la quincena anterior, y con ello, la inflación anual se ubicó en 7.88%, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Éste constituye el nivel más alto reportado desde la primera quincena de enero del 2001, cuando se ubicó en 8.37%, además, es la segunda quincena consecutiva con incrementos.
Marcos Daniel Arias Novelo, analista de Grupo Financiero Monex, consideró que el primer dato de junio constituye un nuevo shock que muy probablemente afectará las expectativas para todo el año.
“El dato de la primera quincena de junio ha sido una desviación significativa y ahora será difícil que la inflación de cierre de año no se ubique cerca de 8.00% anual”.
Trayectoria
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, coincidió en que la lectura de inflación de la primera quincena de junio confirma una trayectoria al alza de la inflación general pues las variaciones quincenales de los precios continúan siendo elevadas de forma persistente.
“Grupo Financiero Base ajusta al alza su proyección de inflación hacia el cierre del año a 7.5% anual, pero si las presiones inflacionarias observadas en la primera quincena de junio, se extienden a la segunda quincena del mes y durante julio, la previsión de inflación hacia el cierre del año puede ser revisada al alza a 8.0 por ciento”.
Por el contrario, Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más (BX+), estimó que la inflación anual se moderará en los próximos meses, en buena medida, por una alta base comparativa y bajo el supuesto de que algunos cuellos de botella en la producción, asociados a la pandemia, se desvanecerán gradualmente.
“Además, menores presiones de demanda podrían contribuir, si el consumo privado comienza a desacelerarse, por la erosión del poder adquisitivo y el incremento del crédito”.