Los símbolos del poder y la magia de la política

26/mayo/2022

 

López Obrador está ocupado en construir y montar la tramoya del teatro donde presentará su propuesta de candidatura de Morena para la presidencia de la República

 

Roberto Albores Guillén/Colaborador Invitado

 

Nuestra historia es la crónica de una incansable travesía para construir destino. Como todas, con tropiezos y desventuras, con victorias y realizaciones, con derrotas y humillaciones, con días luminosos y noches frías y oscuras. Ha habido de todo en el tráfago de la vida.

Nuestro balance es positivo. México es un país libre y soberano; construimos la República y la democracia nos hace libres. Nuestra enorme diversidad humana es la fuerza de nuestra identidad.

Los mexicanos debemos estar orgullosos de nuestro origen. El encuentro de dos mundos y la fusión de dos grandes culturas. El mundo fantástico de Rulfo no nos es ajeno, su ambiente mítico y los fantasmas de Comala habitan en el fondo del interior de nuestras almas.

La política mexicana es producto de nuestra idiosincrasia, anidan misterios, símbolos, máscaras y sincretismos. Origen y destino: López Obrador es prototipo y resultante de este acontecer histórico. Le gustan la distracción y el entretenimiento políticos. Está ocupado en construir y montar la tramoya del teatro donde presentará su propuesta de candidatura de Morena para la presidencia de la República.

El futuro nos alcanzó. La sucesión está adelantada y su marcha es irreversible. Las y los prospectos, los de ahora y los que vendrán, inyectarán energía, coraje y determinación para lograr posicionarse en las preferencias de las encuestas y obtener la gracia del gran elector; riesgos múltiples, atajos y despeñaderos por doquier.

Para el presidente no será una tarea fácil. Es su última jugada. Va con todo. Está en juego su destino. A partir de ya, el grado de complicaciones será creciente y las asechanzas estarán a la vista. En sentido figurado, la tierra y el cielo con sus catástrofes y el infierno político definirán el nombre y rostro de la asunción morenista.

El presidente está atrapado por esta realidad, su margen de maniobra no es amplio ni corredizo, sino corto y escurridizo. La impronta marcará el ritmo, la cadencia y la definición de la candidatura. Hasta ahora, sus tapados-destapados se reducen a tres prospectos importantes: Claudia Sheinbaum, Adán Augusto y Marcelo Ebrard.

Hoy no es mañana. Todo cambia. López Obrador, que ha conminado a Biden a invitar a todos a la Cumbre de las Américas sin excluir a nadie, estará obligado, por congruencia y presión política, a invitar a Ricardo Monreal a la fiesta y, por razón histórica y necesidad política, a Lázaro Cárdenas Batel.

Estamos en un mundo mágico. Al gran elector le gustan el juego de máscaras y el manejo de espejos. Le atraen el azar y la quiromancia.