Inflación en México continuará descontrolada

21/abril/2022

Agencias

El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) alertó que los pronósticos de inflación seguirán deteriorándose en los próximos meses, conforme se sigan presentando los efectos de las disrupciones provocadas a nivel global con la invasión a Ucrania.

En conferencia de prensa, Alejandro Hernández, presidente del IMEF, comentó que el impacto de mayores niveles de escasez y precio de los fertilizantes sobre los precios de los productos agropecuarios será lo que esté presionando este indicador.

El IMEF estima que la inflación sea de 5.9% para finalizar el año y “aún están por verse varios de los efectos globales que tendrá la invasión a Ucrania, tanto sobre la actividad económica como sobre la inflación. La tensión geopolítica seguirá presente mientras no se resuelva el conflicto, que ya casi cumple dos meses. Entre los efectos más adversos de la invasión se tienen la disrupción de diversos mercados y la presión sobre precios diversas de materias primas, que a su vez presionarán los costos de las empresas y los niveles de inflación en varios países”, dijo el directivo.

Hernández explicó que además de la guerra en Europa del este, también se tiene el riesgo de las interrupciones en las cadenas de valor por la oleada de contagios en China, lo cual impacta en la escasez de materias primas para la industria.

Por ello, para atender el brote inflacionario que no se había experimentado por millones de mexicanos jóvenes, es previsible que el Banco de México (Banxico) tenga que seguir subiendo su tasa de interés de referencia a un ritmo más acelerado.

El IMEF anticipa que el Banxico incremente hasta 8.0% la tasas de interés, como consecuencia de un entorno global más adverso, especialmente en los mercados financieros ante la expectativa de una política monetaria menos relajada por parte de la Reserva Federal y la elevada inflación.

Sin efectos por el litio

En torno a la iniciativa para nacionalizar el litio, el presidente del IMEF recalcó que es un proceso que apenas inicia para que el Estado tenga el control de las reservas de este mineral, por lo que no prevé efectos económicos en el corto plazo, pues además la producción tiene un proceso largo y de varios años.

Es temprano tener perspectiva específica sobre los resultados de la nacionalización, si bien es cierto que se dio como respuesta a la reforma energética, esto no es una revancha ni que puede ocasionar un efecto importante económico”.