Tubo de ensayo

18/agosto/2021

 

René Delios

 

Desde la vez aquella en que leí “el que no da resultados, da excusas”, relacioné de inmediato qué para lograr toda meta, hay que cumplir encargos y objetivos, pues igual dejas huella, pero “sin pisar a nadie”, como dice el otro refrán.

 

Pero en la política eso no funciona.

 

Esto porque hay entidades en las que la ingobernabilidad es evidente, pero igual la suficiencia de los mandatarios, dando estadísticas falsas de logros magros en no pocos estados de la República, y otros recurren a estrategias de distracción sencillamente porque no tienen el cómo dar respuestas inmediatas a temas que fueron sus banderas de campaña, como lo es el terminar con la inseguridad.

 

Y en esto hay de todos color, hasta morenos.

 

En Guerrero, en donde el abucheado –por su propio pueblo- priista Héctor Astudillo no ha servido de mucho en su combate a la delincuencia, la trata y el narco, se ahoga en sus propias declaraciones, mientras el enfrentamiento entre bandas delictivas –que prometió eliminar- sigue causando una veintena de muertes al mes promedio, pero jamás inició nada en contra de su antecesor, el perredista Ángel Aguirre, mandatario que pidió licencia a consecuencia del caso Ayotzinapa.

 

En Veracruz, una muestra de que hay las veces que es más la boca que la capacidad, el morenista Cuitláhuac García Jiménez, no haría nada sin la Guardia Nacional, los que hacen -junto con la Marina- en los puertos de Tuxpan, Veracruz y Coatzacoalcos, lo que no ha podido hacer él por sus gobernados, olvidando que él sí le cuestionó al ex gobernador Miguel Yunes -que a cada rato se le iba a la yugular a AMLO- que entregó un gobierno malogrado, pero hasta ahí, sin que se aplique una demanda real en contra del ex panista, que dejó una entidad sembrada de tumbas clandestinas.

 

Otro igual es Cuauhtémoc Blanco, en Morelos, que se le fue con todo al ex gobernador Graco Ramírez por lavado de dinero entre otras lindezas, como distracción de lo que no puede hacer ante la violencia y los levantones de muchachas en Cuernavaca, qué si bien bajaron de intensidad, mantuvieron aterrada a esa comuna de la eterna primavera, mientras el tiempo pasa y no hay nada en contra del ex mandatario perredista que fue su antecesor.

 

Y así le podemos desglosar, incluyendo a los vecinos de Tabasco, en donde, su nuevo gobernante también inició una campaña de escarnio en contra del perredista Arturo Núñez Jiménez, en tanto los mismos problemas de violencia siguen, ahora agravado por la pandemia.

 

Chiapas no tiene los problemas de violencia de Guerrero o Veracruz, y no ha habido campaña directa del gobernador o gente de su gobierno en contra del ex mandatario Manuel Velasco, hoy senador de la República, salvo, se insiste, la rumorología.

 

Ahora que el presidente pidió que mínimo los quince gobernadores y gobernadoras entrantes auditen a los salientes ¿Lo harán?

 

Porque no que cae que los que se van sean impolutos, corderos o palomas ante la depredadora corrupción, y sí lobas y coyotes dentro del sistema, a los que desde luego hay que auditarles todo.