Detención en México, la pesadilla de niños migrantes

12/abril/2021

 

Agencias

En su travesía rumbo a EU, muchos de los menores que se encuentran en el refugio de Ciudad Juárez temían ser atrapados por el crimen organizado o las autoridades mexicanas.

Los niños salieron de una camioneta blanca, aturdidos y cansados, restregándose los ojos para quitarse el sueño.

Viajaban sin sus padres, con la esperanza de cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pero no lo lograron.

Detenidos por los agentes de inmigración mexicanos, fueron trasladados a un refugio para menores en Ciudad Juárez, Chihuahua, donde los formaron contra un muro para ser procesados. Para ellos, este recinto, a kilómetro y medio de la frontera, es lo más cerca estarán de EU.

“Mami, te tengo una mala noticia”, le dijo a su madre por teléfono una de las niñas del albergue, Elizabeth, hondureña de 13 años. “No llores, fíjate que me agarró la migración de México”.

Esos niños son parte de una ola creciente de migrantes que esperan ingresar a EU. Si consiguen cruzar la frontera, pueden intentar presentar su solicitud de asilo a las autoridades estadunidenses. Algunos podrían reunirse con sus padres, que los esperan allá.

Pero para los que son atrapados en México, el sueño termina. Esperan en albergues, a menudo durante meses, para que se completen los trámites y son deportados.

En el refugio, la mayoría son adolescentes, pero los más pequeños tienen cinco años. Viajan solos, sin sus padres —en grupos de chicos o con algún pariente o amigo de su familia— y pueden toparse con las redes criminales o los agentes fronterizos.

“Hay un gran flujo, por razones económicas, y no se detendrá hasta que la vida de la gente en estos países mejore”, dijo José Alfredo Villa, director del refugio Nohemí Álvarez Quillay para menores no acompañados en Ciudad Juárez.

En 2018, mil 318 niños ingresaron en los albergues para menores no acompañados de Ciudad Juárez, según las autoridades locales. En 2019, el número de admisiones creció a mil 510 niños y luego bajó a 928 el año pasado, debido a la pandemia.

En los dos primeros meses y medio de este año se disparó a 572, un ritmo que, de mantenerse, sería mayor que el de 2019, el año con las cifras más altas de las que hay registro.

Cuando los menores entran al albergue su escolaridad se detiene, pues el personal no logra ofrecer clases para tantos niños procedentes de países distintos y con historiales académicos tan diversos. Así que los chicos llenan sus días con clases de arte, donde a menudo dibujan o pintan sobre fotografías de sus países de origen. Miran televisión, juegan en el patio o hacen tareas para ayudar al funcionamiento del albergue, como lavandería.

Elizabeth dijo que, cuando las autoridades mexicanas la detuvieron a principios de marzo, pensó en lo decepcionada que estaría su madre, quien se fue a EU en 2017 y consiguió trabajo de jardinería en Maryland.

Cuando la llamó desde el refugio, su madre estaba feliz porque pensaba que había cruzado. Luego, al enterarse de la noticia, rompió en llanto.

Si Elizabeth hubiese cruzado el río hasta Texas, su vida sería diferente. Incluso si hubiese sido detenida por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, habría sido entregada a su madre y se le habría dado una fecha de juicio para presentar su solicitud de asilo.

En 2019, 71% de todos los casos relacionados con menores no acompañados resultaron en órdenes de deportación.

Unos 460 niños fueron deportados de los albergues de Juárez en los tres primeros meses del año, la mayoría a Centroamérica, según Villa, el director del albergue.

Elizabeth no sabe quién se hará cargo de ella si la deportan a Villanueva. Su padre abandonó a la familia cuando ella nació. La abuela con la que vivía se está muriendo.

La Administración del presidente Joe Biden enfrenta un récord histórico con la llegada en marzo pasado a la frontera de Estados Unidos con México de 18,890 inmigrantes menores de edad solos, la cifra máxima para un solo mes desde que la actual autoridad migratoria empezó a contabilizar esos datos en 2009.

Los funcionarios fronterizos estadounidenses estiman que hasta 184,000 niños migrantes no acompañados podrían llegar a la frontera entre Estados Unidos y México este año, según datos internos del gobierno.

Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), el número de pequeños interceptados en marzo dobla el total de febrero, cuando esa agencia detuvo 9,271 pequeños.

El dato confirma que el sistema de procesamiento de la Patrulla Fronteriza está lidiando con una situación compleja agravada por la pandemia del coronavirus, tal como lo ha admitido el Gobierno y las organizaciones proinmigrantes, y que apenas es comparable con la que afrontó su antecesor Donald Trump.