Agencias
En México estamos en la mayor crisis de salud y económica desde hace 90 años y desafortunadamente no tenemos un ambiente de certidumbre para que las empresas puedan seguir invirtiendo y generar los empleos necesarios. Sin embargo, existen áreas de oportunidad, las empresas están invirtiendo más en proyectos que sean sustentables con el medio ambiente, las energías renovables y todo lo relacionado con las finanzas verdes.
En su forma más simple, las finanzas verdes son cualquier actividad financiera estructurada, un producto o servicio, que se ha creado para garantizar un mejor resultado ambiental. Incluye una variedad de préstamos, mecanismos de endeudamiento e inversiones que se utilizan para fomentar el desarrollo de proyectos verdes o minimizar el impacto en el clima de proyectos más regulares. O una combinación de ambos.
Por ejemplo, para que los préstamos verdes cumplan con los requisitos y ayudar a orientar la planificación del sector público en una dirección más respetuosa con el medio ambiente.
¿Qué proyectos se consideran “finanzas verdes”? Energía renovable. Eficiencia energética. Prevención y control de la contaminación. Conservación de la Biodiversidad. Iniciativas de economía circular. Uso sostenible de los recursos naturales y la tierra.
Un instrumento financiero verde común es el bono verde. Existe un código de conducta que define qué constituye un bono verde. Para calificarlo como tal, debe cumplir con los criterios sobre el uso de los ingresos, tener un proceso para la evaluación y selección de proyectos, garantizar la gestión adecuada de los ingresos y ofrecer informes detallados.
A nivel mundial, el mercado de bonos verdes podría tener un valor de $2.5 billones de dólares para el 2023.
Estados Unidos, China y Francia son los tres mayores emisores de bonos verdes. Actualmente, el Banco Central Europeo posee alrededor del 20% de toda la deuda verde denominada en euros.