No se cambiará objetivo de salvar la industria nacional eléctrica y petrolera, pues de no hacerlo, privados manejarán el 80% del mercado sin beneficios para mexicanos, advierte el presidente
Esta mañana de martes, López Obrador enterró toda esperanza de que pudieran venir cambios a su reforma al sector eléctrico luego de que el Congreso estableciera parlamento abierto para su análisis. “Nada”, dijo el presidente, refiriéndose a que no se le cambiará ni una coma.
Un día antes se informó que la iniciativa enviada por el Ejecutivo sería analizada en parlamento abierto, para lo que se establecieron dos jornadas de discusión y análisis en la Cámara de Diputados, los cuales se llevarán a cabo entre el 11 y el 12 de febrero, con una duración de no menos de cinco horas.
Sin embargo, hoy el presidente, ya en su pleno regreso a las actividades públicas tras haber contraído Covid-19, se mantuvo firme en su defensa a su propuesta, insistiendo en que no se cambiará el objetivo de salvar la industria nacional eléctrica y petrolera, pues argumenta que de no haber un cambio, “al final de este sexenio (los privados) iban a manejar el 80% del mercado de la industria eléctrica, sin beneficios para mexicanos”.
La propuesta ha generado mucha controversia. El sector privado acusa que con esta iniciativa lo único que se logrará es que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se vuelva un monopolio y advierten que pueda contravenir los acuerdos firmados en el T-MEC. Pero ante el carácter preferente de esta iniciativa, el mercado comprende que su chance de lograr frenarla solo está en los tribunales o, en su defecto, estimaban poder modificar algunas de sus leyes secundarias, como resultado del parlamento abierto.
Pero esta mañana López Obrador enterró esa última posibilidad, asegurando que no piensa cambiarle “ni una coma”. Y avisa que, si bien los privados están en su derecho de ir a los tribunales, ellos (gobierno) también lo pueden hacer.
Además, el presidente lanzó una dura amenaza: “Les vamos a sacar la cuenta de todo lo que se han llevado, porque es lo mismo que lo de la venta del gas, de los reclusorios, de las medicinas. Por eso toda una campaña en contra. Vamos a defender, no solo a la CFE y a Pemex, sino a la hacienda pública y la economía”, dijo.
“¿Quiénes mandaban? Pues estos empresarios extranjeros. Estos empresarios hicieron su agosto porque no solo se les tiene que comprar la energía eléctrica, sino se les entregan subsidios. Cosa que no sucede en ningún lugar del mundo”, agregó.
Sobre el T-MEC, el presidente insiste que lo que se está proponiendo está en el marco del acuerdo que fue firmado por Canadá y Estados Unidos y aprobado en los respectivos congresos: “Que quede claro que somos independientes y ejercemos nuestra soberanía. No se comprometió al sector energético”, puntualizó.
