Agencias
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), recomienda a las personas que hacen home office mantener la cámara web de la computadora cubierta cuando no la estén utilizando, para limitar el acceso de ciertas aplicaciones o programas no autorizados a información personal.
Y es que con el home office los trabajadores están más vulnerables a los delincuentes cibernéticos, quienes buscan el punto débil de los sistemas de seguridad para robar información y beneficiarse.
Atendiendo a esta preocupación de los trabajadores, la SCT detalló una Guía de Ciberseguridad que se puede consultar en su enlace.
- No dejar a la vista información relevante, es decir aquella considerada sensible como claves de acceso o documentos y carpetas de trabajo.
- Mantener la computadora, tableta, teléfono celular o cualquier otro dispositivo en un lugar seguro y con contraseña.
- Al alejarse de los dispositivos, bloquear la sesión.
- Mantener cubierta la cámara web para limitar el acceso que pudieran llegar a tener a ésta aplicaciones o programas no autorizados.
- y deshabilitar la autoejecución de memorias USB para evitar que por este medio se instalen virus.
- Si la empresa proporciona equipo, no hay que modificar su configuración o prestarlo pues puede contener información sensible que quedaría vulnerable.
- Realizar copias periódicas de la información para que en caso de que ocurra un incidente, hay un respaldo.
- Proteger la contraseña y encriptar los dispositivos donde se almacene la información para protegerla de los ciberdelincuentes.
Hay que tener en cuenta que los ‘piratas informáticos’ tienen como blanco la dependencia, cada vez mayor, a las herramientas digitales y conforme más tiempo se pase ‘en línea’ más se incrementa la potencial exposición de los trabajadores.
¿Cuáles son las amenazas más comunes de Ciberseguridad?
Los malware, también conocidos como códigos maliciosos son programas informáticos que se colocan de forma oculta en un dispositivo, con la intención de comprometer la confidencialidad, integridad o disponibilidad de los datos, las aplicaciones o el sistema operativo.
Phishing: es un ataque por medio del correo electrónico enviando por un delincuente pretendiendo ser otra persona, compañía o sitio de confianza, para así robar la contraseña o información sensible.
Smishing: la víctima recibe un mensaje de texto corto (SMS), por medio del que se le solicita al usuario llamar a un número o ingresar a un sitio web.
Vishing: este tipo de estafa se produce a través de una llamada telefónica a través de la que se busca engañar, suplantando la identidad de una persona o empresa para solicitar información o realizar una acción en contra de la víctima.
La SCT también puso a disposición de la población que quiera mantenerse actualizada respecto a tips y herramientas de seguridad informática, una serie de cursos en línea y certificaciones a través de los Centros de Inclusión Digital de la Secretaría en colaboración de Coursera.
Desde hace un par de años creemos que pegar las cámaras de los dispositivos modernos es la primera señal de la esquizofrenia. Esta idea errónea se creó gracias a algunas películas y series de TV. Pero después de las palabras del ex director del FBI James Comey, que aseguró que es igual de importante como cerrar la puerta de tu casa por la noche, todos se pusieron un poco paranoicos.
Genial.guru hizo una pequeña investigación y encontró 4 razones por las que una cuarta parte de los dueños de laptops prefieren pegar sus cámaras.
En primer lugar, es una protección contra los hackers que quieren atacarte personalmente a ti. Es un peligro bastante obvio si eres una persona famosa o alguien que posee una información valiosa. El ejemplo que todos conocemos es Mark Zuckerberg y su laptop de trabajo con la cámara web y el micrófono bien tapados.
En segundo lugar, te ayuda a protegerte de los virus. Si un maleante tiene todo el control sobre la computadora de su víctima, también tiene acceso a su cámara (por cierto, no necesariamente tiene que prender la luz para que esté activa). Desafortunadamente, esto le puede pasar a cualquiera.
Supongamos que no eres una persona mediática y ni siquiera posees información ultra secreta. “¿Para qué hackearme?”, preguntarás. Porque todos somos personas y enfrente de nuestras pantallas hay mucha vida: a algunos les gusta usar la computadora desnudos, otros ven videos prohibidos, otros cuelgan enfrente de su laptop todas sus contraseñas, incluyendo las de la banca electrónica. Todo esto puede ser suficiente para de alguna manera interactuar con tu vida.
No te cuesta nada cortar un pedazo de cinta aislante y tapar tu cámara web. Si esta solución te parece poco estética, puedes encontrar otra opción más sofisticada: el mercado ya ha reaccionado a la demanda y está produciendo cortinas y plástico para las cámaras y micrófonos de todos los dispositivos.
