Javier Sierra rescata esperanza y belleza

17/octubre/2020

Agencias

El escritor español inspira su novela más reciente, El mensaje de Pandora en la historia, la ciencia y la mitología griega.

“La esperanza es la vacuna que necesitamos en este momento, debido a que estamos viendo cómo colapsan muchas de las cosas que nos sostienen”, dice el escritor español Javier Sierra (1971). “Pero no propongo una esperanza porque sí, sino una fundamentada en lo que ha ocurrido en otras épocas. Apelo a la historia como ese espejo en el que debemos mirarnos para no cometer los mismos errores”, afirma.

Al novelista y ensayista le preocupa la deriva que está tomando el mundo, comenta desde Madrid en entrevista. “Primero, porque hemos perdido la capacidad de equilibrarnos con la naturaleza; la tomamos sólo como fuente de recursos para nuestro bienestar, sin importar lo que eso implique para los ecosistemas.

“La visión neoliberal en la que sólo importa el consumismo, vales en tanto consumes. No interesa reflexionar sobre la muerte, porque los muertos dejan de producir, de pagar impuestos y de gastar. Esta pandemia es una llamada de atención contra esta deriva neoliberal. Nos ha puesto a la muerte en primer plano y nos obliga a la reflexión, a detenernos”, agrega.

Ante esto, el narrador quiso enviar un aviso a la sociedad contemporánea a través de la literatura, en el que le pide “estar atenta, porque su vida está en juego”. Este es el origen de El mensaje de Pandora (Planeta), la nueva novela del también periodista, en la que, apunta, “he opuesto el momento que estamos viviendo a tres espejos: el de la historia, la ciencia y la mitología; y cada uno me ha dado un reflejo complementario que articula una solución”, explica.

El Premio Planeta de Novela 2017, por El fuego invisible, explica que El mensaje de Pandora es una carta, enviada en plena pandemia, que dirige una mujer madura a su sobrina, quien acaba de cumplir 18 años. Las dos son griegas, la tía vive en Atenas (la ciudad antigua de la sabiduría) y la sobrina en la isla de Creta.

“La joven es una metáfora de la sociedad actual, que todavía es infantil o se ha infantilizado. Una sociedad que no ha querido, en estas últimas décadas de prosperidad, fijarse demasiado en la muerte; no le ha puesto atención a las enfermedades y es un poco naif, por eso se sorprende con estos mensajes de la naturaleza”, indica.

El egresado de Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid agrega que la novela está inspirada en el mito de Pandora. “Ella, según el relato de hace tres mil años, fue la que, siguiendo instrucciones de Zeus, trajo a la Tierra desde los cielos una caja herméticamente cerrada, donde estaban todos los males; y, al abrirla, dejó que se escaparan.

“En otra versión de ese mito, ya más tardía, quizá para dar algo de aliento, se sostiene que Pandora cerró de golpe la caja cuando se dio cuenta del desastre que emanaba de ella y se quedó encerrada la esperanza”, cuenta.

El narrador añade que “la idea de que los males o las enfermedades puedan venir de los cielos en algo cerrado y que al tocar tierra difunda su carga vírica, se parece mucho a la teoría científica de la panspermia, de principios de siglo XX, que apunta a que cometas, asteroides y meteoritos han traído desde hace cuatro mil millones de años no sólo la vida a la Tierra, sino también las bacterias y los virus que periódicamente se renuevan”.

El autor de nueve novelas, cuatro libros de ensayos y uno de relatos, El quinto mundo (2012), destaca que “en los mitos griegos ya se encuentran los primeros esfuerzos que hizo nuestra especie por tratar de averiguar el origen de las enfermedades. No de su existencia o cómo tratarlas, sino dónde está el origen. Por todo esto, aquí vi una historia que podía desarrollar en clave de novela”.

Javier Sierra señala que una novela como El mensaje de Pandora “ayuda cuando nos encontramos en situaciones críticas y cuando dudamos de qué camino tomar”.

Dice que recurrir a la historia para comprender el presente “es una reacción inteligente, porque viendo lo que hicieron nuestros ancestros, en qué fallaron y en qué acertaron, nos pueden enseñar qué hacer en situaciones como la que atravesamos mundialmente”.

Aclara que, de hecho, “ésta no es la primera ni la peor de las pandemias a la que nos hemos enfrentado como civilización. Lo que la hace diferente es la globalización. Se ha convertido en un fenómeno veloz y global, porque somos un mundo interconectado”.