Agencias
Seguramente ya tienes en mente tus propósitos de año nuevo, los que ahora sí confías que vas a cumplir.
Según los expertos, solo el 20 por ciento de las personas logran las metas que se trazaron. Así que si perteneces al otro grupo aquí te damos una ayudadita.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Journal of Clinical Psychology, entre los principales propósitos siempre se encuentran:
- Perder peso. 2. Hacer ejercicio. 3. Dejar de fumar. 4. Cambiar de empleo. 5. Mejorar las finanzas. 6. Acabar con las deudas.
“Por lo general, en enero las personas van muy bien, pero a partir de febrero el entusiasmo e intenciones comienzan a perder fuerza, hasta que finalmente llega diciembre y el 80% de lo intentado ha terminado en fracaso”, apunta el estudio.
John Norcross, autor de la investigación, reflexiona: “¿Por qué tantas personas no mantienen sus resoluciones? ¿acaso son débiles de voluntad o perezosos?”.
¡Cúmplelos! A fin de que tus propósitos sean una realidad al finalizar 2020, Ray Williams, autor de Breaking Bad Habits, muestra estos tips.
- Céntrate en una resolución: En vez de tener muchos propósitos es mejor establecer pocos, pero que sean alcanzables y específicos.
- Enfócate los 365 días: No esperes hasta la víspera de Año Nuevo para establecer tus deseos. Cuida que sea un proceso largo y permanente durante el año.
- Haz pequeños progresos: Muchas personas tienden a abandonar sus propósitos porque sus objetivos son tan grandes que requieren un esfuerzo extra. Trata que sean progresivos y disfruta cada uno de los avances.
- Busca un apoyo: Una gran idea es contar con la ayuda de un amigo, pareja, hermanos o papás que te acompañen en este camino. Pídeles que midan tus avances, te exijan y obliguen a “rendir cuentas”. Tiene que ser alguien cercano en quien confíes para notificar y evaluar tu progreso.
- Celebra tus éxitos: No esperes hasta que tu propósito se cumpla por completo. Por cada avance otórgate un premio o estímulo que te impulse a seguir con entusiasmo; trata que no sea comida.
- Enfoca tus pensamientos: Adopta patrones optimistas, tanto mentales como de comportamiento. Crea conexiones neuronales que te ayuden a cambiar de hábitos; es decir, mantente siempre en la asertividad y aléjate de los estados de ánimo negativos.
- Concéntrate en el presente: Piensa únicamente en las cosas que puedes hacer hoy y en cómo alinearlas con tus metas. No te sabotees pensando en si lo puedes lograr o que llevas semanas con magros resultados; simplemente aprovecha tú día a día.
Timoteo Pychyl, profesor de psicología en la Universidad de Carleton, Canadá, recuerda que los propósitos de Año Nuevo son una forma de reinventarte y motivarte.
Una fórmula que no falla al cumplir cualquier meta es la disciplina. Así que lo ideal es dejar de posponer las cosas y la apatía; de esta manera estarás satisfecho con las cosas que lograste al finalizar el ciclo.
Entre los errores más frecuentes al establecer los propósitos de Año Nuevo es que estos no son medibles, realistas, alcanzables, específicos, ni con plazos predeterminados.
Recomiendan enfocarse en un área de interés, es decir, en una meta más que en un propósito o deseo. Este enfoque se nutre de motivación, visión positiva, así como ánimo para trabajar por ello.
Piensa en lo que vas a lograr y date tiempo para reflexionar sobre ello.
No te atormentes pensando en lo que no has podido alcanzar años anteriores, mejor concéntrate en tus nuevas determinaciones, si no pudiste antes, tal vez este sea tu año. En resumen, olvídate del fracaso del pasado.
Encamínate por algo que realmente quieras hacer, que tu propósito no sea por moda o porque todos tus amigos lo están haciendo.
Pensaríamos que no es bueno contarlo, pero compartirlo con tus amigos, familiares y en redes sociales hará que disminuya tu miedo al fracaso y, además, recibirás palabras de aliento.
Haz un listado con lo que crees que mejorará una vez que hayas alcanzado tu meta, así como en los beneficios.
Lleva un registro de tu meta, ya sea con gráficas, hojas de cálculo, dibujos, lo que sea; así verás cómo has progresado.
Si caes en un viejo hábito, no te autoflageles, mucho menos renuncies; mejor aplícate y sigue adelante.
