Editorial

17/diciembre/2019

 

El gobierno federal se apresuró a aclarar que los llamados encargados de hacer revisiones en materia de derechos laborales, de ninguna manera serán inspectores, sino expertos independientes que serán seleccionados por cada país “y ayudarán a tener un sistema laboral moderno”, esto de acuerdo al subsecretario para América del Norte de México, Jesús Seade.

Esa precisión la dio en conferencia de prensa, en la embajada mexicana en Washington, es decir en EU.

El punto es que se generó toda una especulación en torno a que EU pretende enviar inspectores para verificar el cumplimiento de las leyes laborales en México, obvio por parte de los contratantes, o sea los patrones.

Eso generó controversia, aclaraciones como la del sub secretario Seade, por cosas que no se dicen públicamente en su momento, en tiempos en que es cosa de horas que lo que se oculta no lo sea tanto, y hasta se haga viral, como éste tema de la “intervención” técnica de EU, luego de que recién, se dijo lo mismo en el caso de los LeBarón.

Y aunque ciertamente en algo suavizó la situación una del Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dada a conocer en esa conferencia, en la que especifica el funcionario de la administración Trump clarifica que los agregados del departamento de Trabajo estadounidense no serán “inspectores laborales” y cumplirán con todas las leyes mexicanas, la duda estaba sembrada.

Y todo por no decir a detalle ese tipo de acuerdos internacionales.