Agencias
Las opiniones del titular del Ejecutivo federal en el sentido de que le gustaría que las tasas de interés estuvieran más bajas pudieran interpretarse como un elemento de presión del mandatario hacia el Banco de México (Banxico), o como una intención de endilgarle parte de la responsabilidad por el estancamiento económico, coincidieron analistas.
Ernesto O’Farril, presidente de Bursamétrica, expresó que parecería como que tratan de echarle un poco más la culpa al banco central del bajo crecimiento económico. “Aunque hay una gran distancia en la forma en que se expresa Trump de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), que incluso lo ofende tratándolo de estúpido, y lo expresado por el Presidente mexicano, que dice que le gustaría una tasa más baja, pero que respeta la autonomía de Banxico”, aclaró.
James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, reconoció que “las expresiones del mandatario pudieran interpretarse como la preparación de un pretexto, en caso de que las cosas no salgan bien, y decir que las cosas hubieran sido diferentes si tuviéramos otro tipo de política monetaria por parte de Banxico, con tasas más bajas”.
“A lo mejor convendría que el Presidente no se metiera en este tipo de declaraciones y que las delegara a su secretario de Hacienda, para evitar suspicacias de que quiere meter línea, o que pudiera generar algo de incomodidad entre los agentes económicos e inversionistas de que pudiera haber un trasfondo de vulnerabilidad hacia el Banco de México”, recalcó.
