– Familias afectadas afirman que en las últimas semanas ha emitido más residuos tóxicos de lo acostumbrado que mantiene enfermas a más de 80 personas, entre niños, adultos y adultos mayores
– Vecinos de las colonias aledañas, nuevamente llamaron a las autoridades ambientales a realizar las acciones necesarias para detener la emisión de polvo y gases generada por la empresa calera
Vecinos de colonias que conforman la Rivera Cahuaré, nuevamente exigieron a las autoridades ambientales, detener las emisiones de polvo y gases a la atmósfera generadas por el manejo de la piedra caliza a manos de Cales y Morteros del Grijalva, la cual -a decir de los afectados- en las últimas semanas ha emitido más residuos tóxicos de lo acostumbrado, que mantienen enfermas a más de 80 personas, entre niños, adultos y adultos mayores.
Los vecinos realizaron un mitin frente a la calera ubicada en la carretera Tuxtla Gutiérrez-Chiapa de Corzo, desde donde señalaron que luego de 17 años de presentar diversas denuncias, el 9 abril de este año la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 12-2019, dirigida a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
EXISTEN EVIDENCIAS
De acuerdo con el análisis de las evidencias, la CNDH cuenta con elementos suficientes para probar la existencia de violación de derecho humano a un medio ambiente sano, en agravio de los habitantes de la Rivera de Cahuaré, así como del Cañón del Sumidero y sus alrededores.
Se dijo que debido a las omisiones a la ley por parte de servidores públicos de la Semarnat, las operaciones de Cales y Morteros del Grijalva generan emisión de gases a la atmósfera, polvo y gases de convulsión, producto del manejo de la piedra caliza, contaminantes precursores del efecto invernadero que contribuyen al cambio climático. Estas emisiones de gases tóxicos, señalaron, tienen severas repercusiones a la salud humana, enfermedades respiratorias en niños y adultos mayores.
A partir de las evidencias y de la investigación realizada, la CNDH detectó irregularidades en relación con el otorgamiento de la licencia de funcionamiento de la empresa por la Semarnat, en franca contraversión a los diversos artículos de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.
En este tenor, las disposiciones antes señaladas fueron omitidas por la Semarnat, al momento de conceder favorablemente dicha licencia a la calera en tres ocasiones: años 1999, 2009 y 2016, al no tomar en cuenta que las actividades que desarrolla la calera dentro del Área Natural Protegida, son incompatibles con el marco normativo que rige el marco de actuación dentro de un área natural catalogada como Parque Nacional.
“Exigimos inmediatamente a la Semarnat la revocación de la licencia a Cales y Morteros del Grijalva”, señaló uno de los vecinos que con pancartas exigían el cierre de la calera.
SIN PROGRAMA DE MANEJO
A 39 años de emitida la declaratoria del Parque Nacional Cañón del Sumidero, señalaron que la calera no cuenta con su respectivo programa de manejo. Al respecto, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas informó que dicha área protegida carece del mismo dado que presenta problemas en su poligonal y que algunas zonas sufrieron la transformación o pérdida de sus ecosistemas originales en grado significativo de perturbación, “por lo tanto es urgente la emisión del nuevo decreto del Parque Nacional que propone la modificación del polígono que excluya asentamientos humanos y de certeza jurídica al área natural protegida, así como a las 91 colonias asentadas en este lugar”, señaló uno de los afectados.
Los vecinos de la Rivera Cahuaré señalaron que la Profepa ha implementado 20 procedimientos administrativos en contra de la empresa, sin embargo la señalada dependencia detecta irregularidades, multa, sanciona y le vuelva a dar anuencia a la empresa contaminante, la cual -se dijo- no cuenta con ningún permiso, sólo con una licencia de funcionamiento.
DENUNCIAS SIN EFECTO
Los vecinos de esa zona recordaron que aparte de las más de 20 denuncias contra la calera, en la Fiscalía General de la República (FGR) se encuentran tres averiguaciones previas y dos carpetas de investigación en contra de la empresa contaminante y que la Secretaría del Medio Ambiente tiene instaurado cinco procesos administrativos en contra de la calera por no contar con los permisos para operar en esa zona protegida. “Sabemos que los gobierno anteriores fueron muy permisibles”, se dijo.
Recordaron que la empresa primeramente perteneció al cafetalero Domingo Muguira Revueltas, quien luego de 50 años, en 2014, la vendió a Altos Hornos de México, de Monclova, Coahuila.
Se indicó que por las noches es cuando comienzan a emitir residuos tóxicos a la atmósfera con mayor intensidad. A decir de los pobladores esto ha provocado más afectaciones en la salud, infecciones respiratorias y en la piel.
RINITIS ALÉRGICA
Clarivel Pérez, vecina del lugar, explicó que desde hace años que llegó a vivir a la Rivera de Cahuaré, su hija comenzó con afectaciones en la piel, los médicos le diagnosticaron rinitis alérgica a causa de la contaminación en el medio ambiente provocado por las emisiones de la calera.
La mujer explicó que su hija, menor de edad, “le empezó a salir unos granitos, a escamarse, a sangrarse, y posteriormente se extendió a las partes íntimas, en las axilas, en las piernas”, indicó.
La mujer tiene que comprar cremas de más de mil pesos cada una, champú y jabón especial para su hija, bañarla con agua de garrafón, para disminuir un poco las afectaciones en la piel de la niña, sin embargo esta enfermedad la tendrá de por vida. “Es un tratamiento costoso, no he tenido ningún apoyo para solventar los gastos”. / MARCO A. RANGEL-CHIAPA DE CORZO