Tubo de ensayo

16/abril/2019

 

René Delios

 

Por más que es un problema mundial el asunto de los desechos, en muy pocos países son atendidos como se debe, e incluso muchos en nuestra aldea se desgarran las vestiduras y nada sabemos de lo que sucede con los productos tóxicos que se usan en cientos de laboratorios en la entidad, hospitales, empresas.

 

La verdad.

 

El asunto de ProActiva es económico, sin duda; no le pagan; el asunto también es ecológico pues contamina pero ¿Porqué? Si en el mundo se ha destacado por lo contrario y esta trasnacional española ha merecido reconocimientos, esa es la verdad.

 

Solo que en Tuxtla Gutiérrez para los que viven y tienen propiedad en su cercanías es un problema grave de contaminación, obviamente documentada, y con varias manifestaciones al respecto, que comprende denuncias oficialmente registradas y nada.

 

Esta empresa en América Latina tiene presencia en Colombia, Brasil, Chile, Perú, Argentina, Ecuador, Venezuela y obviamente México, y su razón social en otras latitudes a cambiado la nombre de Veolia, con varias filiales entre las que se encuentran ProActiva –recolección de residuos urbanos-, RIMSA –empresariales o tóxicos, quiero pensar- y Seureca –para el diseño de proyectos hidráulicos y de servicios de agua potable y alcantarillado-, cada cual con específicas actividades.

 

No es una empresa joven en México, por lo que es falso eso de que llegó durante la administración de Calderón o Sabines; Proactiva Medio Ambiente ha venido trabajando en el país en el ámbito de agua y residuos en el sector público y privado desde hace 25 años.

 

De acuerdo a su portal, gestiona anualmente en el país 2.3 millones de toneladas de Residuos Sólidos en tratamiento y 800 mil en recolección y potabiliza aproximadamente 500MMm3 de agua, alcanzando más de 20 ciudades atendidas y 13 millones de usuarios en sus dos actividades.

 

¿Y entonces?

 

Para la empresa el problema no es la contaminación de que se le acusa, es de que le paguen los aproximadamente 150 millones de pesos que le adeudan en Tuxtla Gutiérrez, y de acuerdos a datos dados a conocer ayer, rescindir el contrato podría comprender un ajuste de mil millones de pesos de multa o retribución del daño jurídico.

 

Este asunto no es de pasiones o de acusaciones, es de leyes.

 

Hay que hacerlas valer y ya, y desde luego, a la empresa hay que pagarle o liquidarla, según se determine, para no seguir con más de lo mismo.