El municipio de Pichucalco continúa en la anarquía total en materia de seguridad, el saldo de octubre a la fecha son cuatro patrullas chocadas por utilizarlas para ingerir bebidas alcohólicas y pasear mujeres, así como una creciente ola de delincuencia que hasta la fecha ha rebasado a las instituciones policiacas.
Los ciudadanos han enfrentado robos a casa habitación, robo a transeúntes, robo a comercios y hasta ahora cero resultados.
El alcalde de Pichucalco no ha querido o no ha podido pedirle la renuncia al actual Director de Seguridad Pública Domingo Gumeta, que no reúne el perfil para este puesto, ya que es de profesión médico sin experiencia en materia de seguridad.
La gota que derramó el vaso en materia de seguridad fue el hecho ocurrido a una señora de la tercera edad de nombre Brunilda Pérez Hernández, de 70 años, quien fue salvajemente golpeada para robarle un celular y su bastón.
Los hechos ocurrieron el tres de enero cuando un raterillo alrededor de las cuatro de la tarde a plena luz del día entró hasta las instalaciones de la clínica particular del doctor Enrique Contreras (ex alcalde de Pichucalco), encaró a la encargada del lugar una señora de 70 años de edad y al ver que no había nada de valor que sustraer le robó a la señora un celular y su bastón a la vez que le propinó una golpiza hasta dejarla inconsciente y tirada en un charco de sangre, hasta el momento no hay detenidos por este artero ataque.
A través de redes sociales ciudadanos se han volcado para expresar su indignación y pedir el cese inmediato del director de Seguridad Pública.
Hoy a cuatro días de este atentado a la seguridad y la paz del municipio las autoridades apuestan al olvido del pueblo y quieren enterrarlo todo, “aquí no ha pasado nada” pero la población está inconforme y la consigna es el cese inmediato del director de Seguridad Pública municipal y mas eficacia de la fiscalía región norte. (Fuente: Derky Wilner Pérez)
