Tubo de ensayo

27/octubre/2018

 

Rene Delios

 

En las redes –en dónde al abuso de la libertad de expresión es sinónimo de ignorancia- me han endilgado ser desde boca del gobierno -del Güero ¡ja!- hasta antipeje; otrora me acusaron de izquierdista -hasta en mi propio trabajo-, y solo faltó que me adjudicaran ser predicador del diablo -más ¡ja!-, todo por imponerme siglas o credos que para nada animan a éste escribidor de bodrios a la hora de hacerlos.

 

En una de esas igual me inclino por la amistad pero -ya la saben- los políticos se han encargado de demostrar que son amigos hasta que te cruzas en sus intereses, aun sea involuntariamente.

 

Por eso me carcajeo que sigan insistiendo con eso de que “¿tienes amigos cercanos a Rutilio?”.

 

Neta, los verdaderos antipejes –no yo, me cae: para mí es una nota más, como lo es Manuel o lo será Rutilio- que la jalaron con otros candidatos al gobierno del país y el estado y que financiaron guerra sucia en contra del de San Bartolomé de Los Llanos, ahora andan viendo cómo acceden a una “entrevista” con el gobernador electo.

 

Al triunfo de Morena todos los priistas y verdes callaron; los panistas ni pío dicen y los perredistas tranquilos, pues se van a repartir las tierras aún con el chiquititerío de Enoc Hernández y lo que quede del sabinismo e incluso el pablismo.

 

La van a ver, y eso empezó por el congreso estatal mismo, a través de las comisiones que lo integran, lo que inconformó incluso a algunos morenistas que querían presidir las más significativas, pero ya se la midieron y tendrán que aceptar las medidas conciliadoras del gobernador electo.

 

No les cae que Morena no aplique el carro completo, pues no se trata de mantener la confrontación y sí de atraer –sí se quiere fortalecer el asunto- a otros intereses para negociar con éstos y encontrar puntos de coincidencias que permitan caminar, no andar a los tropiezos como ahora, y eso no se ha entendido en algunos municipios que llegan en calidad de caudillos, cuando las campañas ya terminaron.

 

Y sí, hay que platicar con todos los grupos, para coincidir, pactar -esa es la palabra, compañeros- y desarrollar las políticas sociales y públicas.

 

Y en cada entidad que va a gobernar Morena -y aun en las que no, y es ahí en donde aparece Velasco Coello como presidente de la Conago, aun se le reviren las tripas mucho seguidor de AMLO: éste se la debe al güero, no al revés: se imaginan el desgaste AMLO gobernadores opositores-; esa va a ser la política para sorpresa de muchos, que ven a los otrora detentadores del poder como enemigos acérrimos.

 

¡Ja!

 

Me cae que no elevan la vista: el Verde Ecologista está jalando con Morena en el Senado y la cámara de diputados de San Lázaro; igual se va a dar entidad por entidad.

 

Aun con eso hay oposición a la determinación cupular –porque lo es- y no sorprende que en la aldea se diera la reacción al acuerdo de que Emilio Salazar Farías sea el presidente de la Comisión de Hacienda de la LXVII, que no es cualquier comisión, pues incide, directa –como la de Justicia-, en los ayuntamientos del estado y es platillo suculento; A Salazar se le sindica –como siempre sucede, sin aportar pruebas- de ser parte de los que promovieron el endeudamiento de Chiapas cuando de todos es sabido que si la lluvia es de arriba, aunque use sombrilla se precipita; y ya veremos sí, en su momento, quien hoy se desgarra las vestiduras por la designación cupular de Salazar, o sea Juan Salvador Camacho Velasco -quien como diputado por el V Distrito electoral local ganó con 52 mil votos a su favor: contundente-, y que se opone a ésta determinación, se mantiene opositor a otras que envié don Rutilio, dado que veo el ímpetu de Camacho –sí, hijo del célebre Manuel Camacho Solís- desde el inicio de ésta legislatura, de la que se espera en conjunto que no sea institucionalista a ultranza, esto es, disciplinada ciegamente al gobernador en turno.

 

Y ya en la exagerada hasta me gustaría que tampoco lo fuera quien presida el tribunal de justicia del estado y lograr así, por primera vez, una división de poderes para ésta entidad saqueada.

 

Pues sí, la utopía.

 

¡Ah! Pero empecé éste bodrio con la idea de redactar algo trivial pal sabadito redondeando lerdo en torno a esas acusaciones que le hacen a quien sea sin más razón que la sinrazón de suponer sin preguntar, y en las redes se va la versión hasta que se desmienten y los replicantes ¡todos! quedan como lo que se mostraron.

 

Y así, me han dicho que soy de todo, hasta mariguano e indiferente, lo que no es verdad; bolo empedernido y mujeriego -lo que sí es verdad: infiel sí; desleal nunca; también de responsable orgánico -y lo fuí hasta la muerte-, y hasta periodista militante y sí, también alguna vez fui un irresponsable de esos.

 

Al único partido que pertenecí en la vida fue al PMT, allá en Veracruz; algo me acerqué al PRD ya en Chiapas –allá por los años en que Rutilio y Carlos renunciaron al PRI para afiliarse al Sol Azteca- pero la decepción fue rápida y más cuando empezaron a llegar a ese partido los candidatos externos –sí- impulsados por López Obrador.

 

Eso no me gustó para nada, y como hoy Napo o Bartlett e incluso el mismo Monreal que me decepcionan dentro de Morena, igual por aquellos años no me gustó que Rutilio o Carlos arribaran al PRD: ya la sabe, 25 años ha, todo un periodista militante; error, pues la militancia es de convicción y, un periodista supuestamente imparcial no debe tener siglas ni dioses –del bien o del mal- a la hora de redactar, y como en la política, tampoco amigos. Sino mejor hay que hablar de otro tema para no dejarlo a medias y eso se llama autocensura.

 

Por eso hay las veces que puedo apuntar sin rubor que para el gobernador electo -del que no soy su amigo- parece que no pasa nada en la entidad; aunque sabe, neto, cómo va a recibir el paquete tremendo de Chiapas.

 

Pero la consigna es esa, en cada entidad: sin panchos.

 

Imagino divertido que ya en el poder otra historia será, porque la gente que votó reclama cuentas claras y sobre todo justica, esa tan desgarrada palabra en la historia social mexicana.