El día de su presentación como entrenador de América, Gustavo Matosas señaló que en sus equipos busca atacar, que no concibe el futbol de otra manera que no sea la de ir en busca del arco contrario, que en su ideología siempre ha ponderado “atacar y que lo demás te valga…”. Palabras que los jugadores de América tendrán que validar a partir de este fin de semana cuando arranquen la búsqueda del bicampeonato.
El entrenador uruguayo ha tomado el mando del equipo, la plantilla ha tenido una minitemporada que ha incluido concentración en hotel y trabajos a doble sesión. Hay poco tiempo para la asimilación de conceptos, y que éstos sean entendidos y desarrollados.
El partido amistoso contra Monterrey, permitió ver en qué punto del camino se encuentra América para validar los dichos que el entrenador ofreció el día de su presentación. El 5-2 a favor sobre Rayados, un equipo que siempre tiene su grado de complejidad, además de ser uno de las escuadras aspirantes, arroja como saldo que si bien las Águilas no llegarán al cien por ciento, tampoco serán un equipo que inicie en la penumbra la defensa de su título.
Una gran ventaja tiene Matosas: el grueso de la plantilla se conoce integralmente, y los refuerzos que arribaron a Coapa tienen su experiencia en el futbol mexicano, lo que les permite saber las condiciones y virtudes de sus compañeros. El paraguayo Miguel Samudio es el único jugador con nula experiencia en el medio nacional.
Los jugadores han valorado de forma positiva la llegada de Gustavo Matosas, Oribe Peralta dijo que como delantero agradece tener un entrenador que tenga como pensamiento fundamental la generación de juego ofensivo. Moisés Muñoz apuntó que la llegada de Matosas no cambiaría mucho el sistema táctico.
En el juego del sábado Parece que Matosas encontró el equipo con el que arranque la Liga, el sábado frente a León. Al inicio, Gustavo usó una formación táctica distinta a la que América logró el título del Apertura 2014.
En el juego de vuelta de la Final ante Tigres, las Águilas jugaron 4-1-3-2. Con Matosas en el banco, el conjunto azulcrema salió de arranque con un 4-2-3-1.
Después, cuando América estaba en desventaja, el entrenador charrúa movió las piezas. Darío Benedetto entró al campo y ahí el equipo recuperó el dibujo táctico con el que fueron campeones, 4-1-3-2.
Fue cuando el conjunto azulcrema reaccionó y empezó a tener mejor manejo del balón, las automatismos fueron mejor ejecutados. Y en algún pasaje cuando el juego ya estaba avanzado, se pudo ver otra modificación táctica al pasar a un 4-3-3.
Las diferencias del equipo campeón con el que sería el once inicial que Matosas tendría en mente tienen algunas variantes: Paul Aguilar vuelve a la banda derecha, Miguel Samudio sería el encargado de la banda izquierda.
Cristian Pellerano toma el sitio de Jesús Molina, Darwin Quintero jugaría en el puesto de Miguel Layún y Darío Benedetto la posición de segundo delantero. En el plano futbolístico, el América de Matosas también es diferente, presiona más arriba a como lo solía hacer con Mohamed.
Oribe y Benedetto son la primera línea que realiza labores defensivas, después de ellos, el resto muerde y aprieta en cualquier zona del campo donde esté el balón. Pellerano lleva la batuta en el trabajo de destrucción y se apoya en Sambueza y Quintero.
En el aspecto ofensivo cuenta con jugadores que lo hacen más vertical, veloz y desequilibrante, con más movimiento de sus ejes de ataque; los laterales tienen la capacidad para soltarse y agregarse al frente. Pero tampoco se deja de lado el procesamiento de la jugada, acompañamiento hasta encontrar la opción que mejor convenga.
América pinta bien, las diferencias empiezan a notarse, pero seguro que habrá más. Quedan seis días para seguir avanzando, difícilmente Matosas tocará el cuadro que le dio resultado, solo queda esperar que Osvaldo Martínez se recupere y entre en el sitio del joven Israel Dávalos, por delante de Pellerano.