Su etiqueta de ganador y goleador histórico de la institución escarlata hizo que desde el regreso de José Cardozo al Deportivo Toluca la exigencia natural de la afición y del club fuera la obtención de títulos, además de formar un club vistoso y, sobre todo, ofensivo, características del equipo que él mismo asumió, pero también, compromisos que luego de tres semestres no ha cumplido en su totalidad.
También, desde su arribo como entrenador en el Apertura 2013 la directiva choricera cedió a todas sus peticiones. Como a pocos técnicos en la historia de los Diablos Rojos, le concedieron a cuanto refuerzo pidió. En el primer semestre llegaron los paraguayos Pablo Velázquez, Richard Ortiz y se dio el regreso del central Paulo da Silva.
Para el Clausura 2014, y ante la lesión de Ortiz, le trajeron a Juan Manuel Salgueiro, mediocampista uruguayo que prometía ser incluso el sucesor de Sinha, pero pasados los seis meses de su préstamo se fue con más pena que gloria. En ese torneo también llegaron en préstamo Carlos Emilio Orrantia y Miguel Ponce.
Ante la salida de Sinha, la directiva roja volvió a abrir la cartera, esta vez se hizo de uno de los jugadores más pretendidos del Sistema de Transferencias del futbol mexicano, el argentino naturalizado mexicano Lucas Lobos, a quien compraron y del cual se esperaba mucho más de lo que al final de cuentas rindió en su primer torneo con los Diablos.
Una vez hecho el trabajo de la directiva, Cardozo no tuvo pretextos para llevar al equipo a lograr los objetivos planteados desde su llegada. En el primer semestre (A-2013) esas metas quedaron muy lejanas, no pudo ser el mejor equipo de la liga, quedó en la quinta posición con un acumulado de 27 puntos, producto de seis ganados, dos derrotas y nueve empates. Sí fue el más ofensivo con 33 goles, incluso Pablo Velázquez fue campeón de goleo, pero nada de eso le bastó en la Liguilla, donde dejó fuera a Cruz Azul con global de 4-1, pero en semiinales ante América cayeron 3-2, producto de su ineficiencia para hacer goles en el duelo de vuelta.
En el Clausura 2014, la promesa de Cardozo fue la misma, mejorar su ofensiva, solidiicar su defensa y dar un paso más que el torneo anterior, o sea, la mínima meta era la Final.
Esta vez la fase regular fue más productiva. Fue segundo general con 32 unidades, solo por debajo de Cruz Azul que hizo 36. El Toluca de Cardozo ganó 10 duelos, perdió cinco y empató dos; a la ofensiva bajaron su productividad, solo anotaron 25 veces contra 14 que recibieron, fueron la mejor defensiva del torneo.
Llegó la Liguilla y ante Tijuana en cuartos de final Cardozo avanzó con global de 3-1; era el momento de mejorar con el pase a la Final, pero en semiinales otra vez Toluca fracasó, fue ante León.
Llegó el Apertura 2014 y parecía que Cardozo pagaría su deuda; en la fase regular Toluca se mantuvo en los primeros lugares; siempre tuvo posibilidades, incluso, de lograr el liderato general.
Sin embargo, en la última fecha, ante Tigres, Toluca perdió en tiempo de compensación, dejó ir el liderato, se le fue el boleto a la Libertadores y acabó como cuarto de la tabla con 29 unidades, tres menos que el torneo anterior.
En cuartos, los Diablos Rojos avanzaron por mejor posición en la tabla tras empate global 2-2 con Chiapas, pero en semiinales volvieron a padecer del mismo mal: la falta de goles. En 180 minutos el equipo de Cardozo no fue capaz de abrir a Tigres.
Después de eso otra vez vinieron los cambios. Se fue Pablo Velázquez, quien pese a hacer 30 goles en 60 juegos no tuvo efectividad en la Liguilla. Se desprendieron de Isaac Brizuela y no hicieron válida la compra de Miguel Ponce. Ahora, en el Clausura 2015, las deudas de Cardozo están vigentes, esta vez solo el título le abrirá otra oportunidad.