Tubo de ensayo

21/julio/2017

 

René Delios

 

Uno de los temas esperados, se volatizó por intereses partidistas.

Se trata del nombramiento del Fiscal Anticorrupción que todo indica que lo realizará el pleno de la siguiente legislatura en el Senado.

Primero porque la visión expresada por el presidente del Senado, el verde Pablo Escudero, insiste en que el Sistema Nacional Anticorrupción debe ser encabezado desde su inicio por un fiscal fuerte, confiable, reconocido y respetado por todos, lo cual es cierto.

Pero la otra es que la bancada panista plantea que, ese fiscal debe ser autónomo de la PGR.

Pero tenemos también el tope de la formalidad: el primer Fiscal Anticorrupción operaría sólo un año pues tendría que ser relevado hacia finales de 2018 –de nombrarse hoy- para darle el paso a otro Fiscal que operaría durante los siguientes 9 años.

Sí, iniciaría con el nuevo presidente de 2018 y entregaría a mediados del sexenio del siguiente,

El caso es que los aspirantes a ocupar el cargo de primer Fiscal, no tienen el nivel profesional ni de reconocimiento gremial ni ciudadano que los senadores quieren y exigen para designarlo, según esto.

Pero el intríngulis es otro.

¿Coahuila, Edomex; esto por la impugnaciones y la posibilidad de que en el primer estado, el TRIFE determine nuevas elecciones?

Puede ser.

Empantanados por este u otros hechos, los senadores han dejado correr la designación del Primer Fiscal y hay indicios de que así continuará este proceso hasta que termine esta legislatura e inicie la siguiente, la cual ya podría nombrar a un Primer Fiscal para cumplir con el período largo y tener por ello a aspirantes con el mayor nivel requerido.

O sea que la fiscalía estará como encargado, lo que resta de éste y el otro año.

Bonita cosa.

En un comunicado, Escudero dio ha conocer que ha pedido a sus compañeros senadores repensar este nombramiento y dar una respuesta abierta del Senado a la ciudadanía para no dejar la impresión de incapacidad legislativa entre los mexicanos.

La verdad es que sí, eso dejan.

Por lo pronto el pleno de la Comisión Permanente antier volvió a ser el escenario de un debate inútil entre senadores y diputados sobre este tema.

Aburren, desilusionan, decepcionan.

La corrupción nos carcome a diario y ellos politizando el tema.