Tubo de ensayo

16/junio/2017

 

René Delios

 

La verdad la CTM es solo parte de la estructura de corrupción y abusos que ha sido el aparato al que pertenece.

En la crisis no hay matices, y la CTM es reflejo de sus hermanas, adherentes al poder, y no debe sorprender el que, sus dirigentes e integrantes de mando, sean sucios, corruptos y ladrones que se sirven de la estructura de su partido, el PRI, para medrar.

O sea que no solo se trata de la diputada local, María de Jesús Olvera, ni lo que representa como dirigente, sino a lo que pertenece: su stablimen.

El PRI se llamó por años el partido de la revolución hecha gobierno, pero a la vez, se hizo el brazo político de ese gobierno, por lo que fue por décadas otra institución. De ahí la bien acuñada definición de PRI-Gobierno, inevitable de desmentir, pues aun funciona esa norma en menor o mayor grado, desde la federación hasta las entidades del país en dónde aún gobierna.

Así, a lo largo de su historia política, en México el PRI es sinónimo de corrupción, pero ni negar que ha formado instituciones sólidas, a costos altísimos en clientelismo y corporativismo, pero ahí están, aún usadas a beneficio de quien gobierna en dónde gobierna, y con su fallas sistemáticas que sorprenden, como el caso de la dirigente cetemista en Chiapas, de quien basta acudir a la página del Registro Nacional de Población, da clara referencia de que tiene dos registros de actas de nacimiento en Hidalgo y en Chiapas.

Y así como esa, se consiguen otros papeles para generar corrupción, porque la señora por ese solo hecho no debería ser diputada en Chiapas, y extraña que ese tipo de cosas no sean investigadas o verificadas en lo elemental por los órganos electorales y que desde el congreso mismo, no se reclame esa anormalidad, no por los priistas, pues hasta se les entienden en ese institucionalismo a ultranza, sino por los diputados de otros partidos, tan discusivos en tribuna, tan nimios en la sustancia legal.

Pero vemos que en eso de las cosas turbias el PRI ya no está solo: en Guerrero ya cayó el primer gobernante perredista por ineptitud: Ángel Aguirre Rivero; de Sonora salió el primer gobernador del PAN que rinde cuentas a la justicia: Guillermo Padrés.

En Veracruz la primera diputada local de Morena, exhibida por corrupta.

Pero son casos excepcionales: llaman la atención pública y se vuelven cosas mediáticas.

Pero que un priista sea denunciado de corrupto, es solo “otro uno”, o “ahí está otro”. No causan sorpresa.

Lo que sí llama la atención es que aun las exhibidas el PRI no se inhiba.

No llame ya a sus integrantes a terminar con las acciones que desde luego, merman la imagen del PRI, que son unas siglas, quizás con los estatutos mejor redactados entre los partidos del país, pero con los peores hombres y mujeres que se encargan de manchar sus colores y la imagen de los demás militantes –porque los hay- que sí quieren chambear bien por ese partido.

Lamentablemente esos no llegan.