Tubo de ensayo

8/abril/2020

 

René Delios

 

Vamos hacia la fase tres, mientras en la presente, los muertos se acumulan, y de éstos no sabremos si fue por error propio, y si lo fue, demuestra una vez más la soberbia que tenemos como ciudadanos que no acatamos las recomendaciones sobre esta situación por demás sería cuando peligrosa.

 

Y es peligrosa para las personas vulnerables, en la que debería ocuparse toda familia que conviva con una, en especial si padece ya una enfermedad de años.

 

¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano?

 

La cifra de defunciones va en aumento, día a día, y se seguirán sumando más decesos pues el contagio sigue su curso, y más ante la advertencia de que la fase tres llega porque llega, con sus sumas de muertes o resta de vidas, como quieran llamarla, y que será notoria en la medida en que se sigan incrementando los contagios, que ya superan ahora los 2 mil 785 casos positivos de Covid-19 en México, en tanto los casos sospechosos de la nueva cepa se ubica en 7 mil 526 posibles.

 

¿A qué se arriesga a la gente?

 

Desde luego que se dice que hay por decenas de miles que tienen que trabajar para sacar la manutención de la familia, que la sociedad misma no apoya en éste caso como se hizo con los sismos que sacudieron a México en 2017, y que se requiere del esfuerzo de un país que es muchos a la vez, ahora dividido por políticas polarizadas parecieran provocadas por el gobierno mismo, ante la idea de que “papá gobierno” debe solucionar todo.

 

Los empresarios se quejan de falta de apoyos, los enfermos de falta de atención, en tanto el gobierno federal argumenta que superaremos la crisis.

 

¿Pero a qué costo?

 

Incluyendo para la cuarta transformación que no ha logrado aterrizar y la retórica ha sido el discurso recurrente, mientras el apoyo social sin replica el recurso para abatir una pobreza que necesariamente tiene que producir, pues no tiene sentido a futuro seguir con esos programas paternalistas que solo los hace parasitarios.

 

Lo curioso es que si se acusa a los empresarios y funcionarios que en el pasado se sirvieron y bien de México, por qué no se hace lo necesario para coordinar proyectos, programas de desarrollo, ya que no se están buscando culpables.

 

Porque no hay gobierno que supere crisis alguna sin el pueblo, y el pueblo comprende todos sus sectores, por lo que si no se buscan culpables porqué –en serio- no se establecen alianzas, por el país, que es mucho más que un presidente, que un proyecto de gobierno.

 

Se entiende que este virus desnuda a naciones que vivían del puro bloff económico, pero también suelta muchos rumores de poderíos geopolíticos, que ni al caso.

 

Siguen los programas nación por nación, aun se pudo dar un combate global a ésta pandemia que si algo demostró, es que el hombre es nómada, se regó, pese a todos los protocolos posibles.

 

Tarde México estableció inspecciones, y esperemos que resulte pues no se trata de una moneda al aire; muchos serán los mexicanos que paguen las consecuencias, por su error, por los de las autoridades.

 

Será algo que se tendrá que analizar en la contingencia económica que viene, que es otra historia de zozobra e incertidumbre por escribirse.