Tubo de ensayo

2/marzo/2020

 

René Delios

 

El viernes, la Facultad de Medicina de la UNAM anunció su unión al movimiento #NiUnaBataMenos al tiempo de convocar a todos los médicos en formación de todo el país a participar en la marcha del próximo 2 de marzo en la Ciudad de México, esto luego de dar a conocer su posición tras el multihomicidio de estudiantes de la BUAP y UPAEP ocurrido hace ocho días en la localidad de Xalmimilulco, Huejotzingo, Puebla, en dónde también pereció un chofer de Uber que conducía la unidad.

Así es esto de a lo que van, cuando las cosas llevan jiribilla.

Ya es complicado externar opiniones por las polarizaciones en los bandos, pero la verdad se debe protestar por la inseguridad y los índices delictivos para todos los ciudadanos en Puebla, entidad cercana al DF y en dónde se registran todo tipo de actividad delictiva que van desde los feminicidios, asesinatos a quien sea, huachicoleo, robo en despoblado, en carretera a automovilistas –que es lo que le sucedió a los estudiantes-, traileros, incluso a trenes que son completamente vaciados; secuestros, extorsión, en fin, una chulada ya comparable con Veracruz… pero inmiscuir a los estudiantes es un tiro directo a Miguel Ángel Barbosa, el gobernador morenista -gente de Citlali Ibáñez Camacho, hoy conocida como Yeidckol Polevnsky Gurwitz, ex dirigenta de Morena-, y el hombre no cae bien en el equipo de AMLO y creo ni al presidente mismo… no va a caer con éste movimiento de estudiantes, pero si le van a dar su sacudida, como al de BC que quiso prorrogar su mandato aun el disgusto en palacio nacional: se tienen que disciplinar al presidente, así ha sido el mensaje, y en esas están Cuitláhuac García, Rutilio Escandón, Adán Augusto López –qué grisura, me cae-, Cuauhtémoc Blanco, Claudia Sheinbaum, e incluso Jaime Bonilla, pero el amigo Migue, de Puebla, no se cuadra del todo, pues no es del equipo del todo, y es bueno para traicionar.

Así lo hizo Miguel Ángel Barbosa cuando era el coordinador perredista de la bancada del senado de la República, y no tuvo ningún rubor en tirarse de alfombra a AMLO antes de la elección, por lo que fue cuestionado por el perredismo que lo vio partir sin asombro, menos una preocupación, sin suponer que éste hombre oscuro –y mocho de santiguar-, le haría la competencia en Puebla.

Barbosa no ganó en la constitucional; perdió ante Martha Erika Alonso, en una elección cuestionada por el nuevo morenista, que logró la candidatura por imposición directa de Yeidckol Polevnsky, acción que no le agrado del todo a AMLO por el tipo de procedimiento interno.

Pero perdió el amigo Migue y fue hasta el accidente de los Moreno-Alonso, y ante el llamado a elecciones a gobernador por mandato constitucional en la tierra del mole, que Barbosa volvió al escenario, efectivamente apoyado por la Polevnsky y en ésta sí ganó la elección, pero al parecer no la simpatía del presidente.

Turbio, Barbosa empezó a colocar a su gente y a llamar a externos a su equipo, y sigue cerrando el flujo, pues el priista y ex diputado de ese partido, además de ex fiscal de gobiernos PRI-Verde en Chiapas, Raciel López Salazar, se integró recién como secretario de Seguridad, y que se supone hará lo que hizo en Chiapas, entidad en la que fue fiscal dos sexenios: controlar toda esa ola delictiva a la que me referí líneas arriba, y por la que deben de marchar en lo general, y no en lo particular, los estudiantes convocantes a una marcha, como protesta a compañeros asesinados.

Decía que en Morena se afinan las diferencias por el reciente cambio de dirigencia, aunque persisten los viejos estilos de confrontación interna al estilo viejo de la izquierda mexicana del “sino soy yo tu tampoco” -y que le costó al PRD el abismo en que se encuentra ahora-, y que practican un buen de ex perredistas hoy parte de Morena por todo el país, y que son los que mantienen un golpeteo cerrado al interior de Morena en Puebla, empezando por el gobernador que al viejo estilo, trata de imponer al dirigente de su partido en la entidad que gobierna.

Tras validarse el nombramiento de Alfonso Ramírez Cuéllar como líder nacional, morenistas poblanos aplaudieron el desplazamiento de Yeidckol Polevnsky Gurwitz y coincidieron en que por fin habrá acuerdos para reorganizar al partido en la entidad de cara a las elecciones de 2021.

Eso, desde luego, le dolió a Barbosa, pues su putativa política ya no podrá apoyarlo para dominar las designaciones a diputados federales por Puebla, en 2021, y menos si se le dispara la delincuencia.

Por el momento ya le dieron chamba desde la UNAM para éste dos de marzo, y tendrá que aguantar vara pues los estudiantes son intocables.