Tubo de ensayo

1/febrero/2020

René Delios

 

Mire usted, ciertamente administrar los problemas sociales como distraer la atención pública sobre éstos no priva que se afecten a terceros como sucede con los bloqueos ferroviarios o carreteros.

 

Por ejemplo: esos empresarios se ven perjudicados con los bloqueos a las vías férreas en Michoacán, inflan los daños económicos a millones de dólares y acusan al presidente de indiferente -o sea, apoyan a Silvano Aureoles, enemistado con AMLO desde años ha-, en tanto el mandatario purépecha inicia una controversia constitucional para que la Suprema Corte de Justicia de la Nación defina la competencia del conflicto con el magisterio y sus causas, y solo le falta que el perredista resentido acuse a AMLO de que le sembró el problema con la sección 18 de la CNTE, que acusa directamente al gobernador de intransigente y hasta de represor.

 

En tanto, allá en Oaxaca, la sección 22 inicia suspensión de labores y bloqueos por sueldos caídos, en tanto el gobierno de Murat deja en claro que no debe quincenas a maestros de ningún subsistema, y solo falta que en la tierra del priista Héctor Astudillo –aún muy molesto porque lo abuchearon durante un evento de AMLO-, el CETEG aproveche la coyuntura y le entre al morlote y entonces –de asomarse la sección siete- esto va a oler mucho a medir fuerzas, pues como bien dice el presidente de México hay dirigentes que manipulan a las bases, y eso sucede mucho en los seccionales de la CNTE, una base gremial que en un 90 por ciento no tienen ni idea de que cosa es o fue la reforma educativa, cuyo texto es el equivalente a un libro de 120 páginas, y viéndolo por ese lado nada más no la leyeron que es cosa muy diferente a comprenderla, aunque queda claro que es letra muerta y derogada por la presente administración que la considera como la CNTE, una reforma abusiva e intimidatoria.

 

De a cómo la pone el presidente en apertura y diálogo, sin represión ni represalias, parece que la inconformidad se va a quedar gritando sola en la loma.

 

Es decir, que todo acto de presión -sin buscar antes el diálogo, pedir su audiencia y exponer civilizadamente el o los problemas-, será visto sino como vandalismo sí como un exceso por parte de los inconformes, y lo peor: solo dañaran, perjudicarán o pisotearán los derechos de terceros pues, las puertas están abiertas.

 

Así, esa estrategia de bloqueos tercos, inmaduros, necios, es solo una noticia morbosa que no le aporta nada al magisterio que no sea desprestigio.

 

Digo, porque le falta su parte, una vez que le cumplan sus planteamientos: elevar frente a aula –y a mediano plazo- la calidad educativa en México, pues cobran por hacerlo y es dinero del pueblo al que no le pueden hacer eso –ellos, los democráticos- esa mala jugada.

 

Matraz

 

Este país es inmenso; igual no me da el varo o la vida para recorrerlo todo y conocer sus detalles más destacados –y hasta íntimos-, aunque esta la opción magnífica de las redes sociales y en concreto el Facebook, que permiten observar a través de los contactos, momentos, detalles de la vida cotidiana de ellos y a veces de sus pueblos.

 

Tiene su contra: la red de redes es un instrumento del individualismo a ultranza; un portador de la vanidad que poco a poco asume su papel preponderante como vía de comunicación social y desde luego de expresión, ahora sí que entre el pueblo y para el pueblo, aun los excesos en que caen muchos que lucran indebidamente –como los gobiernos- con la información, desvirtuándola o falseándola.

 

Las cosas como siempre caen por su propio peso; la mentira no es verdad aun su constante practica: la teoría goebeliana –o escuela de Franfurt- ya no es posible pues aún se vuelvan virales, todo se aclara, se precisa, se desmiente.

 

Pero demuestra que por momentos esa masa social es manipulable, por no usar el sentido común, y replica esas mentiras y falsedades hasta que entiende que fue mentira, pero no que lo usaron.

 

Y todo por no corroborar la información.