René Delios
La verdad no es que el presidente municipal de Tapachula en realidad esté comprometido con la libre manifestación de las ideas, pues la misma represión a los campesinos hará un par de días se contrapone a la mención de disculpas que brindó a uno de los periodistas agredidos por la policía municipal de ese ayuntamiento, sino que el hecho mismo de violencia “rosa” fuerte la sospecha de que se aplica una política de violación a los derechos humanos en contra de migrantes en esa zona limítrofe, y a la vez choca frontal con la política de acercamiento y negociación que implementa el gobernador Rutilio Escandón Cadenas con las organizaciones, a través de la secretaría de Gobierno, en busca de reconciliar a comunas disociadas por rencillas ideológicas, religiosas y obvio de control del poder en las múltiples divergencias en las comunidades –principalmente indígenas- de los municipios del estado.
No ha sido el presidente municipal de Tapachula un funcionario a destacar, ni en su trabajo administrativo ni político, y contrariamente la suficiencia es uno de sus viejos pecados que le impidieron ser hasta senador y a lo más de consuelo le dejaron la alcaldía de su pueblo natal, el que no hubiera ganado sin la sombra del caudillo, tan es así que hoy en una encuesta rápida éste personaje no gana ni la diputación local por uno de los distritos de su municipio.
Y aunque no se oyen versiones de que buscará la reelección, es de suponer que en el Morena la van a calcular entre ayudar a los cuates como se hizo en el PRD por años y al final se hundió en un marasmo de tribus enredadas entorpeciéndose entre sí, o de plano buscar elementos que en verdad sean propuesta y del interés de la gente que, ya hasta experimentó el voto por el nombre como pasó en 2012 y 2015, como ahora en 2018 que votó al seis de seis, y que a un año, se insiste, no se ve tan claro como lo prometieron alcaldes, gobernadores y el propio presidente de la República, ante la dimensión real de las deudas, demandas, necesidades de cobertura.
Desde luego que el asunto no es privativo de los gobiernos estatales y municipales del Morena, pues es algo generalizado en el país indistintamente gobernados por el PRI, PRD, PAN y el MC, pues ahora la tienen que comprobar al mes y los que no, pues son exhibidos en una mañanera: los recursos como nunca antes empiezan a fluir en el primer mes del año, en especial en el caso del sector salud, cosa que ni presumió el presidente de México, pero que le reconocieron los doce gobernadores priistas –la única mujer incluida: Claudia Pavlovich-, para entrarle con todo al INSABI que rechazaron los gobernadores panistas, más por la contra que porque fuera un proyecto equívoco.
Ya saneado de los usos de corrupción sabidos que dejaron de pasó al sector de Salud Pública atrapada en contratos leoninos y ventajosos para las farmacéuticas, pues las instituciones de salud no pueden medir la calidad del servicio que le dan, incluyendo la distribución de medicamentos.
De ese tamaño.
Por eso van a tener marcaje institucional para que, mínimo, cumplan su caro contrato.
La oposición al régimen desde luego no reconoce esos avances sustanciales que, costaron meses de ajustes; fueron los mismos que aprovecharon para darle con todo al mandatario en “un más de lo mismo” que al final de cuentas no le ha hecho nada a su popularidad –y eso que no da varo a los medios-, contrariamente la macroeconomía está estable –lo contrario tumbaría el T-MEC a negociarse ya en Canadá, el peso igual, fluye el presupuesto, no hay inflación.
¿Cuándo había pasado?
Para éste escribidor de bodrios solo faltan culpables, y los montos por cada uno.
¿Qué sería una cacería de brujas?
¡Desde luego!
Súmenle en la neta, sin camiseta partidista, cuánto dolor, hambre, desesperación, zozobra, muerte hicieron pasar a millones de mexicanos por sexenios esos que saquearon a México.
Como los narcos, no merecen perdón.
Pero se los están dando mientras se están quejando, y es ahí en dónde difiero: si acusas, comprueba para que se proceda sobre quien sea.
México amerita justicia.
