Las crónicas de un continuo despertar

29/febrero/2020

 

Arít León Rodríguez

 

El Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), indicó que los mexicanos creen que, alrededor del 59% de la población percibe un ingreso de 2,548 mensuales, un monto que consideran es de situación vulnerable.

 

Sin embargo, es un salario que es aceptado a nivel de explotación en muchísimos establecimientos, donde les hacen laborar mas allá de las ocho horas reglamentarias, claro está, sin beneficios sociales, ni pagos de compensaciones por las horas extras laboradas.

 

Los datos oficiales, muestran que el 48.8% de las personas están en una situación vulnerable; la línea de pobreza urbana en el país es de 3,080 pesos mensuales; mientras que la línea de miseria es de 1,562 pesos al mes.

 

Dentro de los estudios que realizaron, la mayoría de estos mexicanos -los que sobreviven bajo condiciones de alta precariedad- consideran que el 35% de la población recibe un ingreso mínimo de 38,248 pesos mensuales, monto que consideran que percibiría una persona rica.

 

Sin embargo, y para nuestra muy lamentable realidad, de acuerdo a cifras oficiales, menos del 1% de la población percibe este ingreso.

 

La cosa es que somos pobres, muchos de nacimiento, y quienes nacieron en hogares con una economía fluctuante, es probable que ya no estén en esas condiciones.

 

Sea dicho, somos pobres.

 

Justo ayer, con la noticia de la aparición ya de personas infectadas de coronavirus en el país, hoy somos más pobres, el peso vale menos y el mismo sector salud ha dicho que no hay recursos para hacerle frente al coronavirus, y de paso a casi cualquier cosa.

 

Anéxele que se ha generado una alta demanda de mascarillas protectoras y cubrebocas, ante la creencia generalizada de que éstas ayudan a evitar el contagio.

 

A consecuencia de esto, y luego de que se diera a conocer el primer caso de coronavirus, se registró un desabasto de la mascarilla N95 -y otras mas sencillas- fabricado por marcas como 3M, que eran vendidas en algunas ferreteras del país, en las que su costo ha incrementado hasta 13 veces.

 

Profeco, ¿donde esta?

 

Mientras, a estar pendientes de los siguientes síntomas:

 

Fiebre

Tos

Dificultad para respirar

Neumonía

Dolor de músculos

Problemas gástricos

Diarrea

Malestar general

 

Se recomienda acudir inmediatamente al médico en caso de presentar síntomas y se tenga antecedente de haber viajado a China o haber estado en contacto con algún enfermo confirmado con el nuevo coronavirus 2019.

 

No es ser pesarosa, pero hasta hoy, no hay medicamentos, no hay soluciones prontas, no hay esperanza, salvo que el calor, ese sol que tantas veces renegamos, nos mantenga al mínimo el peligro de un virus no tan letal como el SARS pero si desconocido, que no soporta los 26 grados de temperatura.

 

Por si se quejaban del calor tuxtleco, ahora hay más razones para amarlo.