Las crónicas de un continuo despertar 

17/enero/2020

 

Arít León Rodríguez

 

Vaya, la intención de las reformas son mejorar las perspectivas económicas futuras, ¿de quiénes? Inversiones internacionales que de por si están dándonos la espalda, resguardar y hacer más ricos a los que tienen a manos llenas acceso a nuestras arcas, con sus planes transexenales macroeconómicos que olvidan que sin la base trabajadora y que es la que aporta los impuestos y los dineros que nos están arrancando de las manos, no podrá haber absolutamente nada.

 

Cierto es que la sombra de un ser tan polémico y temerario como Trump es de lo peor deseable para cualquier país latinoamericano.

 

Pero su mentalidad ruin y mezquina no está empresarialmente dispersa. El, -demente y omnipotente estandarte de la arrogancia y poderío económico caucásico- está adoptando una postura totalitarista, mi dinero se queda en mi país.

 

A diferencia de nosotros y nuestras ridículas costumbres de alabar la basura extranjera y franquiciable.

 

Siempre me ha causado una sorda risa y una profunda pena el observar las hileras de personas afuera de las nuevas franquicias de cualquier cosa como si fuera la panacea.

 

Se paga al triple lo que en las cocinas y tiendas locales se tiene con mejor calidad, y que beneficia directamente a las familias locales, a diferencia de las franquicias que les pagan lo mas apegado del salario mínimo, y sin prestaciones a quienes esclavizan por más de 9 horas so pretexto de brindar la luz del crecimiento a las familias chiapanecas.

 

El odio que hemos notado últimamente no es gratuito. Las conductas hacia las empresas que han sido asaltadas de manera tan repudiable no es súbita.

 

Durante años, hemos soportado los abusos de las empresas que llegan a las poblaciones a obtener nuestros dineros viéndonos con asco, como si fuera un favor el darnos un trabajo digno, las prestaciones obligatorias –y que nos niegan- de una ley que hoy solicitan a gritos, haciendo alianzas con quienes les permiten que todo esto suceda en un silencio atado con ligas.

 

No, no es gratis.

 

No es aplaudible tampoco, pero ¿Qué esperan de un pueblo olvidado y alimentado con sobras y la Rosa de Guadalupe?

 

Ahora, la gente está en medio de las capas de ignorancia que les han impuesto y con las que han tratado de velar su entendimiento, comprendiendo la magnitud del cinismo.

 

Políticos que se sirven desmedidamente y ya a todas luces de un banquete cobrado con sudor ajeno, y que arde la piel. Se olvidan de quienes les hicieron llegar, las manos que trabajaron para que se mantuvieran y hasta a quienes convencieron con promesas y aquelarres.

 

***

 

La mana del clero y servidores espirituales se saben hacer tontos cuando se les cuestiona su accionar en situaciones ligadas a los pedoescandalos que siempre les rodea –ya no puedo evitar sentir un tufo a depredador cuando les veo hasta en la televisión- pero saben contestar perfectamente cuando de dineros se trata.

 

Claro, esa ha sido la principal motivación que les ha motivado a lo largo de centurias y años mas de dominaciones bajo el escarlata estandarte del amor divino. Hace algo mas de un año la Arquidiócesis Primada de México calificó de “ignorantes de su propio oficio” a los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) y además, los calificó de autoritarios e intolerantes y bueno, tengo que admitir que es la primera vez que les doy toda la razón en algo.

 

Incluso, en el editorial del semanario católico “Desde la Fe” se expuso que es absurdo exigir transparencia a la Iglesia cuando es bien sabido que no recibe dinero público ni se le asigna una partida presupuestaria o impuesto especial.

“Consejeros que ganan al mes casi 250 mil pesos, mientras millones sobreviven con 25 pesos al día. Ese es el México de los privilegios y de las profundas desigualdades”

 

Se le olvida al clero el pristino privilegio del que ha gozado por décadas: No han sido juzgados por autoridades judiciales por sus delitos sexuales.

 

Y hablan de privilegios.

 

Anecdótica frase.