Las crónicas de un continuo despertar

13/enero/2020

 

Arít León Rodríguez

 

Desde hace ya varios años, hemos sabido de los asaltos y asesinatos a personas al salir de alguna institución bancaria.

 

Es más, en el 2019 aumentaron en un 118%, más del doble de lo ordinal.

 

Molesta y ofende la forma en la que nos vemos expuestos a tal ofensa y barbarie sin que realmente nadie se haga responsable, ni el Estado por su ineficiencia y los bancos por tener dentro a quienes están asociados con el hampa para delinquir.

 

En días pasados fue más que evidente que un asalto fue preparado desde adentro, cuando minutos después de retirar una cantidad de dinero, un ciudadano fue interceptado y los asaltantes le pidieron la cantidad EXACTA del dinero que retiro de caja.

 

Indignado, regreso a la sucursal de Santander, en Boca del Rio, Veracruz y reclamó a la cajera que le atendió que le exigieran justamente la cantidad que minutos antes había de retirar.

 

Las autoridades hoy investigan a la cajera, la cual, al parecer, es familiar del asaltante, ya detenido.

 

Le digo. Los bancos se amparan en el contexto de que los asaltos son cometidos afuera de sus instalaciones, en calles distintas, pero, están orquestados desde adentro y por ende son responsables de las personas que tienen a cargo de manejar nuestro dinero y además exponer nuestra vida.

 

Si –le aseguro sin temer- la ley le exigiera a las instituciones bancarias un seguro de reposición por asalto tras retiro de cantidades monetarias indistintas, su seguridad interna se potenciaría al infinito.

 

Pues debería suceder.

 

Que nos aseguren que estamos seguros tras acudir a los bancos, que las personas que están adentro no son en efecto más peligrosas que las que nos asaltan en las calles, puesto que vamos ahí y conocen TODO de nosotros.

 

Les entregamos nuestra credencial de elector, dirección, datos, número telefónico, conocen nuestro rostro y la frecuencia con la que acudimos.

 

Ya es momento de exigir, sin contemplaciones tras tantos años de que los banqueros han explotado a la población.

 

Porque le digo algo cierto.

 

El banco nunca pierde.