Las crónicas de un continuo despertar

7/enero/2020

 

Arít León Rodríguez

 

Pues a las tardadas, la Secretaría de Gobernación reconoció que en México, de diciembre de 2018 a diciembre de 2019, se registraron 9 mil 164 denuncias por desaparición, y 873 fosas clandestinas en diversos estados de la República.

 

Tan solo se han hallado algo más de mil doscientos cadáveres identificables, por lo que el número de cuerpos en fosas clandestinas es espeluznante, anexo a las personas de todas las edades y sexo que están desaparecidas, pero siguen  vivas y son víctimas de la trata humana en todas sus versiones.

 

Lo lamentable es que la desaparición infantil, sigue estando a la marcha y sin resolver la mayoría de los casos de menores desparecidos, con dos mil 720 casos de desaparición de niñas, niños y adolescentes, sin que hasta el momento puedan ser localizados mil 7 menores.

 

Por lo tanto, es prioritario enseñarles que bajo ningún motivo deben aceptar regalos o dulces de personas extrañas, no deben acercarse a vehículos con personas desconocidas que les pidan algún tipo de información,

 

Otras de las recomendaciones pueden ser: En cualquier momento mantenerlos vigilados aun cuando se encuentren en la misma colonia, nunca permitir que estén fuera de la vista de los adultos por tiempo prolongado, dado que muchas de las agresiones se han dado en casa y con familiares, dar la confianza para contar a sus padres cualquier situación de riesgo.

 

Escuchar a hijos o hijas cuando se refieran a alguna situación que les incomode o les haga sentirse amenazados es prioritario, ya que puede ser un riesgo real.

 

No permitir la entrada de extraños a casa y menos dejar a solas a los niños con éstos; mantenerse al pendiente sobre las personas con quienes se relacionan los niños.

 

La comunicación por Internet es también preocupación de las autoridades, por lo que exhortan a vigilar con quién se relacionan los menores de edad por estas vías o redes sociales; es necesario enseñarles a hacer un uso responsable de las redes sociales.

 

De igual manera los padres ponderar el cuidado de los menores sobre la atención a aparatos de comunicación como celulares o tabletas que muchas veces son factores de distracción de los cuidadores.

 

***

Fíjese que estos días en los que han mencionado que el Cañón del Sumidero es navegable de manera segura me quede pensando si en efecto, lo es.

 

Le digo porque sí, es cierto que los movimientos telúricos son parte de la naturaleza de esta nuestra tierra sismológica, pero, qué mal hemos tratado al Cañon.

 

De pena mundial, lleno de basura, atestado de todo lo imaginable, explotado y usado como drenaje de las colonias circunvecinas.

 

Mientras, los lancheros de la zona señalaron que la única recomendación extraordinaria hecha por las autoridades, fue no acercarse demasiado a las paredes del Cañón, en la zona donde se registró el percance.

 

Asimismo, reconocieron el rápido proceder de las instancias correspondientes y reafirmaron su compromiso de sumarse a las acciones de prevención y cuidado del turismo, para garantizar su seguridad durante los recorridos. En promedio registran 26 viajes diarios en temporada alta.

 

Lo que me pregunto es que si en efecto no se dan cuenta que los efectos de la explotación de la zona, el descuido y la deforestación aun esta por mostrar sus consecuencias.

 

¿Nos esperaremos a que suceda?