Las crónicas de un continuo despertar

27/diciembre/2019

 

Arít León Rodríguez

 

Justo hace un año nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador anunció que aumentaría en 75 mil millones de pesos la inversión de Petróleos Mexicanos en 2019.

La finalidad, reactivar la industria petrolera, darle un uso cabal a las seis refinerías que ya existen en el país y construir una nueva.

Sus miras de autosuficiencia en gasolina, eran tal vez esperanzadoras, pero tras un año, no hemos visto cambios sustanciales.

La idea durante su campaña e inicio de sexenio era tratar de que se produzcan gasolinas en el país para poder bajar los precios de los combustibles y dejar de comprarlas en el extranjero.

Habrá que ver hasta dónde llega esto, si bien no recuerda, en octubre del año pasado la bancada de Morena en el Senado utilizó su mayoría para frenar dos exhortos relacionados la posibilidad de reducir el precio de la gasolina y respecto a la caravana migrante.

Los legisladores rechazaron discutir y votar un exhorto del PAN para pedir a la Secretaría de Hacienda una reducción del 50 por ciento a las tasas del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a gasolinas.

El planteamiento, presentado por el senador Marco Antonio Gama Basarte, pretendía que la petición fuera tomada en cuenta en el proyecto de la Ley de Ingresos 2019 que presentará el titular del Ejecutivo.

Durante la última semana de octubre la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) redujo el estímulo fiscal que proporciona a las gasolinas Magna y Premium, por lo que el litro de esos combustibles subió 80 y 82 centavos.

Pues bien, la Secretaría de Hacienda redujo el estímulo fiscal a las gasolinas Magna y Premium: para la primera fue una reducción de 28.93 por ciento y para la segunda de 8,48 por ciento, que son los estímulos más bajos desde enero pasado.

Justo hace unas semanas, el secretario de Hacienda Arturo Herrera, reiteró que los precios de la gasolina no tendrán reducción, sino que tendrán aumentos conforme suba el Índice de Nacional de Precios al Consumidor, es decir la inflación.

Y nuevamente López vuelve a contradecir por tercera vez a Arturo Herrera en lo que va de su administración.

Hace un par de meses, López Obrador se comprometió nuevamente a no aumentar los impuestos ni las gasolinas, en términos reales este año y el próximo. Anunciando que cuando se termine la construcción la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, bajará el precio de los combustibles.

En todo Estados Unidos promedia 2.60 dólares por galón o 13 pesos por litro en estos días.

De ahí la recurrencia de una pregunta: ¿por qué no baja el precio de la gasolina en México?

La principal razón está en un gobierno urgido de atraer ingresos, lo que impide que baje a los automovilistas el beneficio de la reciente caída en los precios internacionales del crudo, materia prima de los combustibles, y pues, ya se anunció la subida de gasolina y derivados en unos días, al iniciar 2020.

Las lealtades al final están bajo la piel –no la nuestra claro- y el tapete.