Entregan cuerpos de chiapanecos exhumados de fosas de Tetelcingo

19/abril/2017

Los restos de Andrés y Mauricio fueron entregados a su padre, proveniente de Chiapas, luego de 5 años de estar desaparecidos y sus cuerpos en calidad de desconocidos en el estado de Morelos.

Los hermanos Reyes fueron inhumados el 28 de marzo de 2014 en las fosas irregulares de Tetelcingo, en Cuautla, luego de casi dos años de permanecer en el frigorífico del Servicio Médico Forense (Semefo) de la región Oriente.

Los hermanos salieron de su natal Jitotol, en Chiapas, el 20 de julio de 2012 con rumbo a Puebla. Andrés, de 30 años, era padre de tres niños; Mauricio, de 27 años era soltero. Uno era enfermero y el otro trabajaba en el campo con su padre Don Ángel Reyes.

El día 23, los hermanos se comunicaron con su familiar para reportarse desde el estado de Puebla, donde presuntamente estarían unos días para adquirir ropa. El 25, alrededor de las 20:00 horas, don Ángel recibió una llamada desde el celular de uno sus hijos.

“Era una voz enérgica de un hombre que me ordenó juntara dinero para que liberaran a mis hijos, que a uno lo tenían amarrado. Me exigió que no marcara más, que juntara el dinero… lo hice, lo entregué en Oaxaca, pero nunca me los regresaron. Esto es muy triste, siempre mantuve la esperanza de que me los tuvieran retenidos en algún lugar, vivos, pero sólo me llevo cadáveres”, expresó.

Don Ángel denunció la desaparición en el estado de Oaxaca, unos días después, sin resultados.

La mañana del 26 de julio de 2012, dos cuerpos fueron localizados maniatados y envueltos en una colchoneta en una carretera del municipio de Axochiapan, que colinda con el estado de Puebla.

La entonces Procuraduría de la región oriente de Morelos no difundió las causas de su muerte y los restos permanecieron en calidad de desconocidos en el Semefo hasta el 28 de marzo de 2014.

Fueron inhumados en las fosas irregulares de Tetelcingo 119 cuerpos, todos presuntamente en calidad de desconocidos, sin que les tomaran las pruebas para su identificación.

En diciembre de ese año, luego de una batalla legal con los familiares de Oliver Wenceslao Navarrete Hernández -quien a pesar de estar plenamente identicado fue inhumado en calidad de desconocido-, las fosas de Tetelcingo se reabrieron.

Los cuerpos fueron extraídos con maquinaria pesada sin ningún protocolo, se localizó el cuerpo de Oliver y el de una maestra, víctima de secuestro, se entregaron a sus familiares y de nueva cuenta el resto de los cuerpos fueron inhumados en el lugar sin mayor cuidado.

En mayo de 2016, un juez ordenó de nueva cuenta la apertura de las fosas pero esta vez se hizo con los protocolos de ley y los cuerpos fueron inhumados “con dignidad”, aseguró la Fiscalía General del Estado, en el Panteón Jardines del Recuerdo, en Cuautla, luego de se les practicó la necropsia de ley, la toma de muestras y se les abrió una carpeta de investigación a los cuerpos que carecían de ella.

Durante el último trimestre de 2016, se corrieron los resultados de genética con la base de datos de la Procuraduría General de la República, así se dio la coincidencia con la denuncia de desaparición de los hermanos Reyes en el estado de Oaxaca.

Esta mañana, los cuerpos de Mauricio y Andrés fueron exhumados de nuevo, para ser entregados a su padre, quien los llevará al sureste mexicano, en Chiapas, donde tendrán, al fin, su última morada.

“Es un descanso, después de tanto pensar, de tanto buscarlos, porque es algo muy triste, no sabemos qué pasa, si los tienen esclavizados, qué les están haciendo. Les pido a las autoridades que apoyen más en las denuncias de desapariciones”.

“En Puebla puse mi denuncia, pero parece que las autoridades no tienen tiempo de buscar, es un desprecio a los familiares de víctimas”, denunció.

Desde el panteón donde fueron exhumados los restos de Mauricio y Andrés, don Ángel exigió a las autoridades morelenses sigan con los trabajos de exhumación en el municipio de Jojutla, los cuales están contemplados para el próximo lunes, “que salgan a la luz esos cuerpos para que sean identificados y si alguna familia los busca, como yo a mis hijos, no les nieguen el derecho de por lo menos saber dónde llevarles una veladora”, finalizó.

Hasta el momento, seis cuerpos han sido identificados y entregados a sus familiares, tras la re-inhumación en el panteón Jardines del Recuerdo, a mediados de 2016.