Desde hace mucho tiempo el fuero es una figura consagrada en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, mediante la que muchos políticos se han salvado de caer en la cárcel. Es una extrema protección que los protege de la ley aun tengan culpa.
¿Se vale?
El problema surge sí el fuero se pierde cuando el funcionario solicita licencia al cargo, pero otros sostienen la tesis de que aún con licencia –pues no deja de ser el legislador propietario- se mantiene el fuero, aunque aquí cabría decir que el fuero protege a los dos, al propietario en funciones y al que solicitó licencia.
¿Es una laguna legal o premeditada desde su momento de instauración?
Sin embargo, eso no sucede con los suplentes de diputados y senadores, los que deben esperar para ser propietarios y entonces si gozar del beneficio del fuero; cosa aparte.
El tema del fuero se discute con gran frecuencia y diversos partidos y candidatos lo usan como arma política en campañas y discursos, sin que ninguno proponga realmente su discusión y abrogación. Son muchos los años en que se afirma que se debe mantener para garantizar la libertad de expresión de senadores y diputados, aunque en otros terrenos se abusa del mismo.
Y la última: ya no hace falta; los legisladores pueden decir lo que quieran sin que como antes, se les persiga por su constante oposición a las políticas de su causa.
Hace algún tiempo, Josefina Vázquez Mota anunció su intención de eliminar el fuero y ahora los priístas rebeldes llevan como bandera el tema a la asamblea de su partido del mes de agosto.
El tema regresa a la discusión pública cada vez que un ex servidor público que pasó por las urnas se encuentra en problemas.
La otra es que diputados y senadores han sido exhibidos en múltiples ocasiones en excesos de cobijo con el fuero, cuando son acusados de delitos del orden común y hasta faltas administrativas.
No pasa nada, tienen fueron aun merezcan cárcel.
Así que otra vez un tema recurrente, como el salario mínimo, la corrupción y demás etcéteras para tema de campañas.
