Editorial

24/abril/2017

 

Pese a que los comicios de 2016 fueron un anuncio de los ciudadanos hacia los políticos sobre el rechazo que sienten hacia aquellas autoridades corruptas, prepotentes y abusivas, votando por otra propuesta partidista, parece que no se entiende que esos políticos y políticas de corrupción partidista deben cambiar.

Ese año pasado, el voto inconforme de los electores se manifestó en rechazo hacia los gobernantes en funciones, ya hoy fuera del cargo, no pocos con problemas legales sobre su gestión.

En 2016 doce entidades realizaron comicios para la renovación de sus gobiernos estatales y en ocho de ellos, los electores dieron su respaldo a un cambio de partidos en el gobierno. Así, Aguascalientes, Chihuahua, Durango,  Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas y Veracruz, fueron los que dieron el viraje y hoy son gobernados por otras siglas al anterior período, pero Hidalgo, Puebla Tlaxcala y Zacatecas, optaron por continuar con gobernantes del mismo partido.

De esos ocho gobiernos que presentaron alternancia, varios de los ex mandatarios recientes enfrentan situaciones legales. La situación de Javier Duarte de Ochoa es ampliamente conocida, pero sin parentesco de por medio, César Duarte Jáquez, de Chihuahua, ya es buscado para que responda por sus excesos.

En Quintana Roo y en el resto del país se espera se ejecute orden de aprehensión en contra del ex gobernador Roberto Borge. Por eso, Carlos Joaquín González encontró una vía rápida para darle el triunfo a la alianza PAN-PRD sobre el candidato priista.

Sinaloa renovó su confianza en los priístas, luego de que Mario López Valdez no respondió a la confianza que los electores le dieron a la alianza del PAN y PRD que encabezó.

Tamaulipas es otro de los estados que decidió cambiar de siglas, luego de 80 años de gobiernos priistas. Ya Tomás Yarringtón, está preso en Italia, y lo que llama poderosamente la atención es que las autoridades no hicieron nada en contra antes y sí el gobierno federal actual.

Ocurrirá lo mismo en los casos de los tres gobernantes en funciones de los estados que irán a elecciones el cuatro de junio y será hasta confirmar que su partido perdió cuando se atiendan las denuncias, especialmente en los casos de Coahuila y Nayarit.

El cuándo se insiste el por qué hasta que se van, con todo, se les persigue.