Detiene PGR a falso abogado en Tuxtla*

26/julio/2017

Policías de la Procuraduría General de la República (PGR) detuvieron en Tuxtla Gutiérrez a *Erik Osto Valentín*, quien se hacía pasar por abogado con documentos falsos en el Poder Judicial de la Federación.


El arresto fue ejecutado por la Agencia de Investigación Criminal de la delegación de la PGR en Chiapas.
El pasado 5 de julio el Ministerio Público de la Federación inició carpeta de investigación luego de que dos mujeres denunciaran las fechorías que el supuesto abogado hacía en el estado, abusando de la confianza de sus víctimas para obtener recursos económicos.


De manera extraoficial se conoció que Erik, sin contar con título y cédula profesional, alteró y usó documentos y sellos de Juzgados Federales, engañando a sus víctimas, en amparos que no les tramitó, pero sí les cobró.
Como se aprecia en las versiones narradas por las denunciantes y a quienes para cobrarles diferentes sumas de dinero les entregó diversas actuaciones falsas, que supuestamente habían sido emitidas por dos Juzgados de Distrito de Amparo y Juicios Federales, ambos del Poder Judicial de la Federación del Estado de Chiapas, cuando no era verdad, ya que a las supuestas hojas de actuaciones, sólo les puso número de expediente que corresponden a otros amparos.


Lo que no se sabe es cómo esta persona obtuvo los documentos, aun falsificados; sin embargo, fue detenido gracias al valor de las dos víctimas que presentaron la acusación ante un agente del Ministerio Público de la Federación de la PGR, por el delito de fraude, luego de que les cobrara las cantidades 12 mil pesos y de 4 mil pesos.


De acuerdo con lo que la Ley señala como de lito de falsificación de documentos públicos, uso de documento falsos, cometidos en agravio de la correcta administración de la justicia y fe pública, y además por el delito de fraude, en contra de las dos damas, como lo establece el Código Penal Federal, pues todo aquel que falsifique un documento, dígase público o privado, puede ser condenado entre tres a ocho años de prisión.


Lo lamentable del caso es que por personas como ésta, muchos abogados, que sí están acreditados como tal, pierden credibilidad y por eso, la misma sociedad los califica y dejan de confiar en ellos.